El Gobierno mejora las becas para alumnos con discapacidad y para las víctimas de abusos
Educación sube el umbral máximo de renta para poder recibir los fondos, y las ayudas al alquiler dejarán de computar en el cálculo
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes una mejora de las becas para estudiantes en varios terrenos. El alumnado menor de edad que haya sido víctima de abusos sexuales quedará eximido ―como ya sucede con las víctimas de la violencia de género― de cumplir los requisitos académicos para recibir las ayudas, que en el caso del bachillerato y la FP de grado medio suponen haber aprobado todas las asignaturas, menos una, o el equivalente al 85% de las horas del curso. La medida beneficiará, según los cálculos del Ministerio de Educación, a 2.000 solicitantes. Las ayudas al alquiler dejarán de computar a la hora de establecer la renta familiar, lo que beneficiará a otros 3.000. El grado de discapacidad exigido para que los chavales con necesidades especiales de atención educativa puedan recibir la ayuda específica por este motivo se reducirá del 33% al 25%, alcanzando así a 20.000 más. Y, con carácter general, los umbrales de renta para percibir las ayudas aumentarán un 5%. El objetivo de esta última medida es frenar la pérdida de beneficiarios causada por el incremento de las rentas salariales producido para compensar la subida del IPC.
Las becas para los estudiantes de enseñanzas regladas, que abarcan tanto las universitarias como las que no lo son, constituyen una de las políticas fuertes en materia educativa que conserva el Gobierno en un contexto altamente descentralizado. Desde que los socialistas llegaron al ministerio, la partida destinada a estas ayudas, que persiguen compensar la desigualdad socioeconómica del alumnado, se ha incrementado mucho. En 2018, el Ejecutivo destinaba a becas 1.470 millones; en 2021, 1.984 millones, y en 2023, 2.474 millones, lo que supone un incremento del 68%. Los fondos inicialmente previstos para el curso 2024-2025, que son los que se están tramitando ahora, son casi los mismos que los del anterior, porque al no haberse aprobado los Presupuestos Generales del Estado de 2024 se han prorrogado automáticamente los de 2023. Aun así, el ministerio contempla un aumento de 61,5 millones de euros, hasta los 2.535, por conceptos contables, como las reclasificaciones de créditos y los reintegros (devoluciones de dinero) de la convocatoria de becas del curso anterior. Si se aprueban unas nuevas cuentas para 2024, la partida de becas podría subir más.
El incremento de fondos ha ido en paralelo a un aumento de los beneficiarios. En el curso 2018-2019 recibían ayudas 689.151 estudiantes, mientras que en el 2022-2023, el último del que hay datos, lo hicieron 735.064. Es decir, 45.913 (un 6,7%) más. El aumento ha procedido de los becados en estudios no universitarios, fundamentalmente, Bachillerato y FP, aunque también incluye a las enseñanzas artísticas, las de idiomas en escuelas oficiales y las deportivas. Lo han hecho un 17,3%, hasta los 429.494. Mientras que los beneficiarios en estudios universitarios se han reducido un 5,4%, hasta los 305.570. A dichas cifras se suman los 109.907 estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo, de distintas etapas, que han recibido este tipo ayudas por este motivo (eran 108.202 en el curso 2022-2023), lo que hace un total de 844.971 alumnos que perciben ayudas.
El curso que viene, sumando todas las becas y subvenciones ―también la ayuda extraordinaria de 400 euros para estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativa que se puso en marcha el año pasado y se mantiene en este―, la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha señalado que la movilización “histórica” de fondos permitirá que el número de beneficiarios ronde el millón: “A través de esta política se avanza en la buena dirección, hacia la igualdad de oportunidades de nuestros jóvenes, permitiendo que ningún estudiante tenga que abandonar sus estudios por razones socioeconómicas”.
Umbrales de renta
Las cuantías medias de las becas de la convocatoria general también se han incrementado. Han pasado de 1.355 euros en el curso 2018-2019 a 1.889 en el curso 2022-2023 en los estudios no universitarios. Y de 2.591 a 3.325 euros en el de los universitarios. El gran salto en materia de umbrales máximos para recibir las becas se produjo en el curso 2020-2021, cuando se aumentó en un 55% para aproximarlo al umbral de pobreza fijado por el INE. A partir del año que viene, el umbral 1, que es el que da acceso a las mayores ayudas, quedará fijado, para una familia de cuatro miembros, en 22.106 euros anuales. El último de los umbrales que permite percibir ayudas, el 3, quedará fijado, para una familia de las mismas dimensiones, en 40.772 euros al año.
El nuevo decreto mantiene dos medidas de carácter extraordinario introducidas el año pasado. De un lado, el aumento de la beca de residencia, dirigida al alumnado que vive en una población distinta a la suya mientras estudia, que alcanza los 2.500 euros cuando antes era de 1.600. Y del otro, un subsidio de 400 euros para gastos adicionales de los estudiantes con necesidades específicas de apoyo educativo, entre los que figura, según la normativa, el alumnado con discapacidad; trastorno grave de la comunicación y el lenguaje; trastorno de espectro autista, y altas capacidades. Este tipo de ayudas no está limitada a los estudios postobligatorios, sino abarca también la primaria, la ESO y los ciclos formativos de grado básico.
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