Madrid dijo haber quitado los términos feministas de los contenidos de la ESO... pero los incluyó todos en una frase muy larga
El Ejecutivo regional ha incluido las expresiones ecofeminismo, ecosocial y perspectiva de género en su nuevo currículo y podrán ser empleados en los centros educativos
La Comunidad de Madrid aseguró haber eliminado de los contenidos escolares de la ESO una serie de términos feministas y ecologistas que figuran en el decreto del Gobierno que regula con carácter básico esta etapa educativa. Sin embargo, el Ejecutivo que preside Isabel Ayuso sí los incluyó: “Ecodependencia, ecofeminismo, ecosocial, perspectiva de género, sexista y socioafectivo” aparecen en el currículo autonómico que la Comunidad de Madrid ha difundido en versión de borrador esta semana. Los términos figuran todos seguidos, en una frase larga que parece escrita para pasar por encima de ellos rápido y sortear un eventual recurso del Gobierno, y podrán ser utilizados por los centros educativos de la región.
El consejero de Educación, Universidades y Ciencia y portavoz del Ejecutivo regional, Enrique Ossorio, sostuvo el martes que dichos términos habían desaparecido del currículo autonómico porque no los consideraban “apropiados”, no estaban en varios casos “reconocidos por la Real Academia de la Lengua” y habían sido incluidos en la normativa escolar por el Gobierno de Pedro Sánchez, en su opinión, “con el fin de adoctrinar”, según informó la agencia Efe. Pero lo cierto es que aparecen en un párrafo incluido a modo de introducción en el Anexo II del documento, que recoge la descripción de las materias que formarán parte de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
El párrafo dice: “Con independencia de lo establecido en el presente anexo, el desarrollo curricular que compete a los centros educativos incorporará los elementos curriculares de las enseñanzas mínimas establecidos en el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo. Los términos: ecodependencia, ecofeminismo, ecosocial, perspectiva de género, sexista y socioafectivo, incluidos en el Real Decreto 217/2022, de 29 de marzo, serán de aplicación de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 6.4 de la Ley Orgánica de Educación 2/2006, de 3 de mayo, de Educación”.
Dicho artículo 6.4 (de la Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación, Lomloe, también conocida como ley Celaá), es el que establece el reparto competencial en la elaboración del currículo educativo, que corresponde en un 60% al Gobierno en el caso de comunidades que, como Madrid, no tienen lengua cooficial.
El Ejecutivo madrileño sí ha eliminado dichas palabras de la descripción concreta que de cada asignatura hacía el documento básico aprobado por el Gobierno. Aunque no en todos los casos. La expresión “perspectiva de género”, por ejemplo, se menciona específicamente dos veces más en el currículo de Madrid.
Una, al mencionar las competencias que deben proporcionar a los alumnos las clases de Educación Física: “Practicar, analizar y valorar distintas manifestaciones de la cultura motriz aprovechando las posibilidades y recursos expresivos que ofrecen el cuerpo y el movimiento y profundizando en las consecuencias del deporte como fenómeno social, analizando críticamente sus manifestaciones desde la perspectiva de género y desde los intereses económico-políticos que lo rodean”. Y otra, en la asignatura Expresión Artística: “La incorporación de la perspectiva de género en el análisis de estas producciones propiciará que el alumnado entienda la imagen y el papel de la mujer en las obras estudiadas, favoreciendo un acercamiento que ayude a identificar los mitos, los estereotipos y los roles de género transmitidos a través del arte”.
El hecho de incluir en el párrafo introductorio la relación de términos mencionada, así como la referencia al real decreto en el que el Gobierno fijó la parte estatal del currículo, podría tener como objetivo, creen fuentes del Ministerio de Educación, disponer de argumentos jurídicos ante eventuales recursos del Gobierno a su normativa. En todo caso, su inclusión despeja las dudas que pudieran tener los centros educativos madrileños a la hora de si podían utilizarlos.
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