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“No serán la generación marcada, sino la responsable, resiliente y empática”

El presidente de los rectores asegura que en cuatro comunidades niegan dinero de la partida covid a las universidades. “Si no se reponen los fondos gastados, vamos a tener que recortar”

Elisa Silió
José Carlos Gómez Villamandos, presidente de la CRUE, en el rectorado de la Universidad de Córdoba.
José Carlos Gómez Villamandos, presidente de la CRUE, en el rectorado de la Universidad de Córdoba.PACO PUENTES (EL PAÍS)

José Carlos Gómez Villamandos, presidente de la conferencia de rectores (CRUE), llega a la entrevista en la Universidad de Córdoba, que gestiona, con una mascarilla negra con el logo del campus. Es la misma que va a entregar a sus 17.000 alumnos. Asegura que el curso está preparado. Hasta en una capilla desacralizada se impartirá clase. Este catedrático de Veterinaria (Córdoba, 1963), es muy comedido en sus palabras pero esta vez trasluce su disgusto.

Pregunta. Solo se habla de la vuelta al cole. ¿La Universidad es la hermana pobre?

Respuesta. Al tener autonomía universitaria —las comunidades y el Gobierno nos supervisan— no se nos presta atención. Quiero entender que es porque se confía, porque la otra alternativa no me gustaría. Ahora, por ejemplo, en el reparto del fondo covid, más que hermana pobre en alguna comunidad autónoma nos vemos como si no fuésemos de la familia. Nos desanima un poco tener que estar luchando por algo que consideramos lógico y que repercute en 1,3 millones de universitarios que deben tener una formación buena.

P. ¿Alguna autonomía quiere gastarse todo en los colegios?

R. Cuatro han dejado caer que a lo mejor les llega algo a las universidades.

P. Pero el fondo de 400 millones es para educación superior...

R. Por eso le escribimos al ministro Castells en julio una carta en la que le transmitimos la preocupación. Nos consta que se lo ha transmitido a los consejeros y este lunes va a insistir. Es verdad que son 400 millones para educación superior, y si alguna comunidad decide darle toda su parte a la FP superior y a los conservatorios podría hacerlo legalmente. Pero sería de dudosa responsabilidad. A Castells le pedimos que se lo transmitiese a Hacienda, porque puede tomar medidas concretas.

P. ¿Cómo proponen que sea el reparto?

R. Pedimos a las comunidades que hagan la distribución por el número de estudiantes, que nos parece lo más justo. Si no se reponen los fondos gastados, vamos a tener que recortar en becas de la universidad, investigación, docencia, cultura…

“Buscamos voluntarios que conciencien al resto de alumnos en redes”

P. ¿En qué han invertido?

R. Videocámaras, turnos y material de limpieza, reforzamiento de las redes de comunicaciones, contratación de personal, simuladores de prácticas...

P. Pasado el pánico de la mudanza improvisada al online, ¿qué es lo primero que hace un rector para preparar el siguiente curso?

R. Medir los espacios para ver si se cumple la distancia de metro y medio entre alumnos en el aula. Para un grupo de cien necesitaríamos un aula de 400 estudiantes. Los grupos se van a ir alternando al 30% o 50% de presencia en el aula. El resto seguirá la clase desde casa. Con la videoconferencia también hay interlocución con el profesor.

P. ¿Cómo se prioriza el uso de las salas?

R. Si disminuimos la presencialidad de la parte teórica —grupos grandes donde puede haber más contagiados— evitamos que se comprometan las prácticas, que son grupos más reducidos y manejables.

P. ¿Los graduados covid van a quedar estigmatizados?

R. Haciendo números por encima, en la carrera tuve como mínimo seis meses de huelga y no me siento estigmatizado ni creo haber tenido mala formación. No vamos a hacer una generación marcada, la generación covid. Vamos a ser capaces de darles los conocimientos. Serán una generación diferente, con capacidad de adaptación, resiliencia, destrezas tecnológicas, empatía. Y han asumido responsabilidades importantes para controlar la pandemia. Hay más alumnos responsables que del ocio nocturno sin control.

P. Pero los inconscientes pueden montar un polvorín.

R. Estamos creando un voluntariado covid porque queremos que los alumnos colaboren en la sensibilización en redes. No es lo mismo que te lo diga un compañero a un profe.

P. En selectividad muchos bachilleres se quitaban la mascarilla según salían.

R. Estamos haciendo normas. Lo primero que tenemos son exámenes y aquel alumno o profesor que esté dentro de la universidad sin cumplirlas será invitado a abandonarla. No puede ser.

P. ¿No puede haber faltas mayores que echarles ese día?

R. No, ya sabe que además nos quieren quitar el régimen disciplinario [el ministro Manuel Castells pretende anular el reglamento franquista de 1954 sin texto sustituto, para enfado de los rectores]. No tenemos competencias para sancionar. Hay que sensibilizar.

P. Tampoco puede sancionar dentro la policía.

R. Vaya, ¡tampoco vamos a llamar a la policía! Se tiene el concepto de que no puede entrar nunca, pero la policía puede acceder sin autorización si cree que se está cometiendo un delito. Los universitarios van a concienciarse.

P. Algunos profesores se limitaron el último trimestre a colgar un PDF en la Red. ¿No hay forma de forzarles a cambiar su docencia?

Dos operarios accede al paraninfo de la Universidad de Córdoba el viernes.
Dos operarios accede al paraninfo de la Universidad de Córdoba el viernes.PACO PUENTES (EL PAÍS)

R. Con la videoconferencia el PDF se convierte en complementario. En marzo, la mayoría del profesorado se volcó.

P. ¿La pandemia ha pasado factura a las matriculaciones?

R. En grado no, pero sí hay menos movilidad entre autonomías. El problema está en los alumnos internacionales de máster y doctorado. Se está intentando concentrar la parte online en el primer cuatrimestre y que sea presencial parte del segundo. Además, la mayoría viene de Iberoamérica y tienen ahora su propia problemática.

P. ¿Y los Erasmus?

R. Es una buena noticia que la Comisión Europea no cerrase el programa. Han caído los que salen un 30%-40% y los que entran en un porcentaje similar.

P. A Isabel Celaá se le critica que hay 17 modelos de afrontar el comienzo de curso y en su caso hay más de 80 universidades (50 públicas) con autonomía de gestión. ¿Van por libre?

R. Cuando se decreta el estado de alarma las 80 nos coordinamos y cada una luego adapta las medidas a sus circunstancias. Nos une un concepto muy compartido de lo que es universidad. Todas las universidades son supervisadas por las autonomías, así que no hay tanta disparidad como se podría pensar.

“Seguimos sin ver los dos ministerios. Falta mucha coordinación”

P. En las redes sociales se culpa a Castells de estar desaparecido con la que está cayendo.

R. Desde que empieza la pandemia, la CRUE hace propuestas al ministerio, este las acepta y ha ido funcionando bien. Nos hemos sentido cubiertos, también por muchos consejeros.

P. Los rectores se sentían muy cómodos con el ministro Pedro Duque. ¿Y con Castells?

R. Seguimos teniendo una buena vía de diálogo. Pero nos sigue preocupando, y mucho, la división en dos ministerios [Universidades y Ciencia]. Nos gustaría que hubiese mucha mayor coordinación. Nos preocupa que estemos en Universidades haciendo un estatuto del PDI (personal docente investigador) mientras en Ciencia se esté hablando de modificar la ley de la ciencia para las carreras profesionales de investigación y que no se esté haciendo de forma conjunta. Que, al menos, nos sentemos a discutir.

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Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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