Castells prevé un próximo curso universitario con turnos rotatorios en aulas desinfectadas

El curso 2020/2021 empezará en septiembre como cada año, pero durante un “tiempo” nada será igual, ha reconocido el ministro de Universidades Manuel Castells en su primera rueda de prensa en lo que va de legislatura. “Depende de los criterios que dicte el Ministerio de Sanidad, porque la pandemia no se termina ahora, pero en términos de sentido común —en muchas actividades públicas— lo que es seguro es que habrá distanciamiento social, a dos metros mejor. Eso significa que habrá que adecuar las clases presenciales a aulas en condiciones que permitan mantener esos dos metros. Requerirá aulas grandes y/o horarios distintos para que la misma aula, convenientemente desinfectada, pueda usarse con la mitad o un tercio de los estudiantes”.

Las universidades andaluzas se plantean dedicar las primeras semanas de septiembre a repasar y empezar el curso en octubre, mientras que las madrileñas, que debatieron el calendario, han optado por empezar el año escolar como siempre, pues temen que con un brote deban volver a la enseñanza en la Red y quieren aprovechar el tiempo en los aularios. Castells invita a todos los campus a rearmarse en el aprendizaje virtual por lo que pudiese pasar. “El esfuerzo extraordinario que se ha hecho en la enseñanza online abre una vía de futuro. Está bien que haya muchas universidades a distancia, porque hacen falta para muchas cosas, pero todas deberían mantener la tensión, el esfuerzo. Hay que tener reservas para articular en el futuro las enseñanzas en Internet, que de todas maneras son complementarias no antagónicas [a las presenciales]”.

“Tenemos que acostumbrarnos a una enseñanza bimodal. Eso requerirá un aumento de la digitalización, financiación de las universidades para llevar a cabo ese desarrollo que requerirá sobre todo un reciclaje del profesorado universitario”, ha reconocido Castells. Su ministerio, junto a la conferencia de rectores (CRUE), ha lanzado un portal, Conect@ados: la Universidad en casa, con contenidos y metodología docente. Hasta mediados de marzo 1.102.700 alumnos estudiaban grado de forma presencial y apenas 191.000 a distancia. En másteres, el desequilibrio era menor: 160.400 estudiantes iban a clase y 55.052 se conectaban en Red.

El sociólogo no ha querido ahondar en la bajada de las tasas universitarias. Su ministerio ha calculado cuánto costaría, pero Castells es consciente de que en las actuales circunstancias “con una caída del PIB del 6,5% al 13%” quizá no se den las condiciones para acometer ese recorte de precios, que obligaría al Estado a dotar de más fondos a las autonomías -y estas a las universidades- para compensar que los estudiantes abonasen menos matrícula.

Tampoco Castells, que se reunió el miércoles con la ministra de Educación Isabel Celaá para hablar de becas, ha querido adelantar cuál será su plan para ayudar a los alumnos empobrecidos de forma sobrevenida. Estos no pueden solicitar una beca si la referencia es la renta de 2019. “Hay que hablarlo con el ministerio de Hacienda”, ha afirmado.

Castells ha arrancado pidiendo “un aplauso a las ocho y media” en agradecimiento a la prensa “un antídoto contra las fake news”. Ha sido su primer encuentro en cuatro meses con los medios de comunicación y se convocó horas después de que por la mañana el vicepresidente Pablo Iglesias, que le eligió como ministro, le defendiera ante las críticas por su escasa vida pública: “Castells trabaja muchísimas horas al día, aunque no aparezca todos los días en los medios".

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