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Una Selectividad de emoción contenida, tartera y calculadora desinfectada

Los 200.000 candidatos no podrán prestarse materiales y abandonarán corriendo el centro sin abrazos y besos a los compañeros

Algunos estudiantes repasan en el trayecto en metro hasta Ciudad Universitaria de Madrid durante la EBAU 2019.
Algunos estudiantes repasan en el trayecto en metro hasta Ciudad Universitaria de Madrid durante la EBAU 2019.David Expósito
Elisa Silió

El Ministerio de Educación calculó que 217.000 bachilleres se presentarían este año a Selectividad, pero las universidades estiman que serán más tras adaptarse el modelo online con evaluación continua. Los aspirantes se someterán a un examen más flexible y simplificado –con más opciones de respuesta–, pero también en un entorno marcial y hostil, desinfectado a todas horas, que les invita a marcharse cuanto antes, sin contacto físico con los compañeros y unas medidas de higiene estrictas para prevenir la trasmisión de la covid-19. Los ministerios de Sanidad y Educación han elaborado un protocolo y ocho comunidades han publicado ya sus instrucciones –Aragón, Madrid, Cantabria, Murcia, Extremadura, Castilla y León, La Rioja y Andalucía– basadas en este texto.

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Los documentos regionales son muy similares, pero en Madrid no serán guiados hasta su puesto y la separación en el acceso será de un metro, no dos. No se puede comparar Madrid, con 35.000 aspirantes el curso pasado, con Cantabria, con 2.300 ese año. En la capital se dispersarán por aulas magistrales gigantescas, mientras que en Cantabria no habrá más de 15 estudiantes por clase.

Solo las comunidades en fase 2 podrán celebrar Selectividad –el único acto masivo programado desde el confinamiento– y deberán permanecer en casa los candidatos contagiados de la covid o que no hayan terminado la cuarentena. Las autonomías deben de buscar una forma de examinarlos.

El instituto Plaza de la Cruz de Pamplona el pasado lunes.
El instituto Plaza de la Cruz de Pamplona el pasado lunes.Villar López (EFE)

Más sedes y muy ventiladas

Las Administraciones no andan preocupadas por los exámenes –porque los estudiantes estarán alineados y quietos–, pero sí les inquieta que se arremolinen con los nervios a la entrada y la salida de cada jornada. Así que en todas las regiones se ha optado por desperdigar al alumnado en muchas sedes. En la Comunidad Valenciana se hará, por ejemplo, en sus colegios e institutos –como en China hacen todas las ediciones–, en Cantabria pasan de cuatro a 25 sedes y en Aragón de 14 a 84 centros. Mientras que Cataluña, que abrirá institutos además de facultades, celebrará las pruebas en cuatro días en vez de tres para que coincidan menos alumnos. Las aulas se desinfectarán después de cada prueba y se ventilarán al menos durante cinco minutos.

Asociaciones de padres de alumnos y organizaciones como CICAE, que agrupa a colegios privados, han reclamado estas semanas que las pruebas se celebren en las escuelas. “En 2019, se presentaron unos 300.000 alumnos [en dos convocatorias] y se añade a esto que, cada año, al finalizar los exámenes, se organizan macrofiestas, donde se concentran miles de jóvenes, por ello, es preciso que los alumnos estén en grupos más reducidos”, denunció CICAE.

Llegada solos y con mascarilla

En septiembre los padres no podrán entrar en los colegios para prevenir contagios, así que con más argumentos a su favor el Ministerio de Sanidad pide que estos aspirantes a ingresar en la Universidad –de 17 o 18 años, si no han repetido– no lleguen al examen acompañados de ningún familiar. Eso sí, el ministerio pide que lleven mascarilla reutilizable por si no pueden respetar la distancia de seguridad. En Madrid, La Rioja y en Andalucía no se quitarán la protección en ningún momento. En Madrid, incluso, aconsejan una mascarilla para cada examen y llevar un gel personal. Sanidad ha descartado que los bachilleres lleven guantes durante el examen, una opción que valoraron las universidades.

El protocolo gubernamental reclama a las autonomías que se procure “la cercanía al domicilio para reducir al máximo los desplazamientos”. Es decir, que se evite el transporte público, fuente de contagio. Ese ha sido el motivo que ha llevado a Madrid o Aragón a descartar celebrar las pruebas en sus recintos feriales, alejados del centro. El proceso es tan complejo para evitar aglomeraciones que, por ejemplo, en Asturias –que ha habilitado polideportivos– se van a coordinar Protección Civil, la Delegación del Gobierno y las policías municipales.

El Gobierno de Murcia “recomienda” a los alumnos que se tomen la temperatura en casa y si superan los 37,5 grados no se examinen sino que llamen a la comisión organizadora de la EBAU. Sanidad no alude a la temperatura.

Una alumna del instituto de Sar de Santiago de Compostela se desinfecta.
Una alumna del instituto de Sar de Santiago de Compostela se desinfecta. XOÁN REY (EFE)

Acceso sin esperas

Se acabaron las interminables colas para entrar en el examen con el documento de identidad en la mano temblorosa. Se escalonarán las entradas y salidas y si el edificio, debidamente señalizado con carteles para evitar aglomeraciones, cuenta con más de un acceso se utilizará también. Los ascensores, salvo fuerza mayor, no se usarán. En muchas autonomías una persona guiará al alumno hasta su puesto que será siempre el mismo, distanciado dos metros del siguiente estudiante. En el caso de Castilla y León serán dos vocales por instituto. El protocolo de Aragón precisa más: “Un vocal corrector comprobará en su listado del aula el nombre del estudiante y solicitará que se quite su mascarilla para identificarle mostrando su documento de identidad”.

Nada más entrar lo primero que harán todos los que entren al edificio será lavarse las manos. Para ello se colocará en los accesos al centro, aulas y baños soluciones hidroalcohólicas. Sanidad sostiene que deberán repetir “al menos al entrar y salir del centro y las aulas, y siempre que sea preciso”. Los baños deben disponer de agua, jabón, geles y papel para el secado de manos (nada de secadores de aire caliente). Murcia prohibirá beber el agua de los baños, pero podrán tener en su sitio una botella de 1,5 litros.

Si un alumno se siente indispuesto debe avisar rápidamente a los organizadores que le aislarán en una sala -que debe estar ya habilitada- y llamarán a sus padres.

Mochilas en la EBAU 2017 en la Universidad Complutense de Madrid.
Mochilas en la EBAU 2017 en la Universidad Complutense de Madrid.Samuel Sánchez

Sin préstamos de última hora

El alumno “debe asegurarse de llevar todo lo necesario para la realización de las pruebas” para evitar la transmisión del virus. Adiós al préstamo de un boli porque no pinta. Las calculadoras y los diccionarios se desinfectarán en casa en Murcia y Castilla y León obligará a los alumnos a que guarden sus materiales en una bolsa de plástico transparente. Mientras en Aragón tendrán que recogerse el pelo quien lo tenga largo, pues fomenta tocarse la cara.

En muchas universidades los alumnos dejaban apiladas las mochilas en el suelo mientras se examinaban pero este año las instrucciones son claras: se colocarán a los pies, sin contacto con otras.

¿Hibernación de los exámenes?

Los estudiantes no llevarán guantes, según el protocolo de los ministerios, pero no se descarta que lo hagan los evaluadores en momentos precisos: “Contacto estrecho con el alumnado como la identificación, entrega y recogida de exámenes o resolución de dudas o incidencias”, se afirma en el documento de los ministerios de Sanidad y Educación.

Los protocolos no profundizan sobre la manipulación de los exámenes. Se detalla que el aspirante levantará la mano para que el evaluador lo recoja. En Andalucía los evaluadores no volverán a tocar los folios hasta pasados un mínimo de seis horas y lo harán tras ventilarse la caja o el sobre 10 minutos. Mientras en Aragón no está estipulada la hibernación pero sí que durante la corrección se use mascarilla. Una portavoz de la Universidad de Oviedo relata que están estudiando la posibilidad de guardarlos en espacios con ozono.

Descanso y comida

Sanidad afirma en su documento que hay que disponer de “espacios de descanso y comida, utilizando si es posible también las zonas al aire libre”. Murcia y Extremadura aconseja a los alumnos que vivan cerca del centro de examen coman en casa y los que no se lleven la tartera porque los bares pueden agotar el aforo permitido. Se habilitarán zonas al aire libre para que puedan hacerlo distanciados -en pleno verano puede convertirse en una pesadilla-, pero nunca en el interior del edificio.

Dos alumnas en Facultad de Odontología de la Complutense en 2018.
Dos alumnas en Facultad de Odontología de la Complutense en 2018.Claudio Alvarez/EL PAIS

Ducha a la vuelta a casa

Murcia recuerda que hay que hay que salir de las pruebas sin euforia, de forma marcial, “sin crear concentraciones, sin abrazos y besos y con la distancia de seguridad de dos metros”. En todo caso siempre sin tiempo que perder. Las Administraciones no quieren que los futuros universitarios estén un minuto más del necesario. Al llegar a casa, antes de repasar, se recomienda desinfectar las suelas de los zapatos y todos los objetos que se hayan usado, echar la ropa a lavar y darse una ducha. Un ritual obligados a repetir tres o cuatro días seguidos entre el 22 de junio y el 10 de julio, unas fechas atrasadas por el riesgo de contagio. Para ver la nota, no podrán acercarse a su colegio, la Red será su aliada.

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Sobre la firma

Elisa Silió
Es redactora especializada en educación desde 2013, y en los últimos tiempos se ha centrado en temas universitarios. Antes dedicó su tiempo a la información cultural en Babelia, con foco especial en la literatura infantil.

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