La creación de empleo defrauda en Estados Unidos en agosto y aviva el temor a una recesión
El dato aumenta la presión para que la Reserva Federal apruebe una rebaja de tipos agresiva en su reunión del 18 de septiembre
La economía estadounidense sigue esquivando la recesión a pesar de los malos augurios que de forma recurrente se ciernen sobre ella, pero el debilitamiento del mercado laboral continúa y mete presión a la Reserva Federal para rebajar los tipos de forma agresiva. La creación de empleo se aceleró algo en agosto tras el mal dato de julio y la tasa de paro se redujo una décima, desde el 4,3% hasta el 4,2%. Pero durante el mes se crearon 142.000 puestos de trabajo no agrícolas, según el esperado informe de este viernes de la Oficina de Estadísticas Laborales. Los economistas esperaban una creación de 164.000 empleos. Además, se revisan a la baja las cifras de junio y julio.
El enfriamiento del mercado laboral marca la evolución de la primera economía del mundo y será un factor clave para la cuantía de la rebaja de tipos de interés que prevé aprobar la Reserva Federal en su reunión del próximo 18 de septiembre. Tras la publicación del dato, las cotizaciones de los futuros sobre los fondos federales han llegado a asignar una probabilidad implícita del 59% a que la rebaja de tipos de interés del 18 de septiembre sea de 0,50 puntos y del 41% a que haya un recorte menor, de 0,25 puntos, desde el rango actual del 5,25%-5,5%. Luego, se han invertido las probabilidades y vuelto a una apuesta mayoritaria por una rebaja de 0,25 puntos. Las dos opciones están sobre la mesa.
Las nuevas cifras revisadas señalan que en julio se crearon solo 89.000 empleos, 25.000 menos que los inicialmente anunciados. La rebaja de la estimación de junio es aún mayor, de 61.000 empleos, hasta 118.000. Con ello, los últimos tres meses son los de menos generación de empleo desde que empezó la recuperación de la pandemia. Y, aunque el banco central ha conseguido evitar una espiral precios-salarios que haga que la inflación se enquiste, los salarios crecieron un 0,4% en el mes y un 3,8% anual, algo por encima de lo esperado, lo que puede restar margen de maniobra a la Reserva Federal.
El dato no despeja las dudas sobre el momento de la coyuntura estadounidense. La cifra queda por debajo de las expectativas y la revisión a la baja muestra que el mercado laboral pasa por horas bajas, pero aun así la creación de empleo supone una aceleración con respecto a julio y la tasa de paro cede una décima tras cuatro meses al alza. La tesis del aterrizaje suave sigue siendo defendible, pero los datos también dan argumentos a quienes temen que la economía esté adentrándose en la recesión.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, heredó una tasa de paro del 6,4% (enero de 2021), cuando la economía aún se recuperaba del impacto de la pandemia. La fuerte creación de empleo permitió reducirla a un mínimo del 3,4% en enero y abril de 2023. Desde entonces, ha ido subiendo hasta el 4,3% de julio, que activó la conocida como regla de Sahm, diseñada en 2019 por la economista Claudia Sahm para servir como un indicador temprano de que la economía se adentra en una recesión.
La regla indica el inicio de una crisis comparando medias móviles de tres meses de la tasa de paro. Cuando la media más reciente supera en más de medio punto a la media más baja de los últimos 12 meses, la economía estaría entrando en una recesión. En julio, esa diferencia se situó en 0,53 puntos, según la Reserva Federal de San Luis. Aunque la regla ha funcionado para predecir (a posteriori) las siete recesiones habidas desde 1970, aún no ha demostrado su validez y la propia Sahm cree que podemos estar ante un falso positivo. La tasa de paro no está creciendo esta vez por la destrucción de empleo, sino por el incremento de la población activa, en parte vinculado a la inmigración.
Tras años de dificultades para encontrar mano de obra, las empresas se cuidan de prescindir de ella tan alegremente como en el pasado. Además de que no hay despidos masivos, los despedidos encuentran otro empleo con rapidez. Eso evita el círculo vicioso de pérdida de ingresos, reducción del gasto de los consumidores y nuevas pérdidas de empleo que suele desatar una recesión. Sin embargo, frente a muchos meses en que se creaban puestos de trabajo en casi todos los sectores, en agosto hay pérdida de empleo en la industria (-24.000) y el comercio minorista (-11.100).
Rebajas de tipos
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dejó claro en el simposio económico de Jackson Hole (Wyoming) de finales de agosto que la preocupación principal del banco central ha dejado de ser en este momento la inflación y que se traslada al empleo. Powell lleva más de dos años tratando de lograr el aterrizaje suave de la economía estadounidense, es decir, recuperar la estabilidad de precios sin provocar una recesión. Hubo un momento en que creyó que no sería posible controlar la inflación sin causar algo de dolor a familias y empresas, según dijo, pero la economía mostró una insospechada resistencia a las subidas de tipos de interés más agresivas desde la década de 1980.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal se reúne los próximos 17 y 18 de septiembre para aprobar la primera rebaja de los tipos de interés en cuatro años y medio, desde que los redujo a un nivel cercano a cero en marzo de 2020 por la pandemia. Entre 2022 y 2023 los llevó al 5,25%-5,5%, el nivel más alto desde enero de 2001. En julio del año pasado se plantó en esa tasa, que ha mantenido durante más de un año. Ahora, “ha llegado el momento”, en palabras de Powell, de iniciar un ciclo de recortes. Su ritmo y cuantía dependerá de la evolución de los precios y de la del mercado laboral. Tras el dato de este viernes han aumentado las probabilidades de que la rebaja sea más agresiva, de 0,5 puntos, para ahuyentar el fantasma de la temida recesión.
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