La economía española crece un 0,6% en el primer trimestre y recupera el nivel prepandemia
El INE revisa una décima al alza el avance del PIB de inicios de 2023 y el de los últimos tres meses de 2022
La economía española enseña músculo. Creció un 0,6% en el primer trimestre de 2023, una décima más de lo que el Instituto Nacional de Estadística (INE) había adelantado en abril. Detrás de este repunte se encuentra la buena marcha sobre todo de las exportaciones, que han tirado de la actividad, pese a que persistan algunos de los grandes desafíos que han marcado el escenario económico del último año: una inflación elevada, las subidas de tipos de interés, la incertidumbre geopolítica y una desaceleración global. El instituto también ha elevado el dato del cuarto trimestre de 2022, del 0,4% al 0,5%. Todas estas correcciones llevan a España a recuperar el PIB prepandemia ya en el primer trimestre y no en el segundo, como apuntaban varios organismos, aunque por los pelos —el volumen de la economía solo es superior en un 0,06% al de 2019— y mucho más tarde que la mayoría de los vecinos europeos.
Las exportaciones crecieron un 5,7% trimestral. Los últimos datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, recién publicados, confirman el brío de las ventas al exterior: hasta abril, aumentaron un 9,2% y alcanzaron los 132.026 millones de euros, un máximo histórico. Otros motores son la inversión —la formación bruta de capital fijo repunta un 1,8%, frente a la caída del 3,7% de los últimos tres meses de 2022—, y el empleo, que ha aguantado el tsunami de la pandemia y va marcando máximos de ocupación. La disminución de los cuellos de botella y una inflación que va aflojando —del 3,2% en mayo—, al menos en cuanto a precios energéticos, también han desahogado la actividad, que de cara a este año se beneficia del efecto arrastre que supone la revisión al alza del crecimiento para la recta final del 2022.
El consumo de los hogares, en cambio, sigue en terreno negativo. Cayó un 1,3% y acumula dos trimestres en rojo —el consumo final de las Administraciones públicas se contrajo un 1,6%, tras dispararse en la recta final del año pasado—, efecto del aumento de precios que reduce su capacidad de compra y del encarecimiento de la financiación por las subida de tipos aprobadas para frenar la inflación, que está haciendo inasumible para muchas familias mantener una hipoteca o acceder a un nuevo préstamo.
Raymond Torres, director de Coyuntura Económica del centro de análisis Funcas, explica que la demanda interna aún está un 2,5% por debajo de la cifra precovid. “Es fundamentalmente por el consumo de las familias, que sigue un 2,7% inferior al de 2019″, detalla. También permanecen en cifras negativas con respecto a 2019 la inversión en construcción y, ligeramente, la dirigida a bienes de equipo. El sector exterior, al contrario, ya ha superado con creces los niveles previos a la crisis sanitaria y su vigor explica la revisión al alza del INE, añade el economista.
“La reducción del consumo es históricamente elevada y atípica dado el fuerte avance del PIB. Este ha podido aumentar porque buena parte del ajuste en el gasto de los hogares se ha concentrado en importaciones o porque las ventas a otros países, sobre todo de servicios, han ido muy bien”, añade Miguel Cardoso, economista jefe de BBVA Research para España.
El empleo avanza un 0,1% trimestral y un 2,3% en tasa interanual, que “supone un incremento de 426.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año”, detalla el INE, y supera en tres décimas el resultado de finales de 2022. El sector industrial registra el mayor crecimiento. En términos de horas trabajadas, el progreso es de un 0,4%, un 1,4% en cifra interanual, equivalente a una moderación de 1,5 puntos. La productividad creció un 1,9% interanual por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo —un 1% a finales de 2022—, y un 2,7% por hora efectivamente trabajada. Los costes laborales también han aumentado un 3,2% respecto al primer trimestre de 2022.
La instantánea final muestra un avance del PIB del 4,2% interanual en el arranque de 2023, más de un punto superior al nivel del último trimestre de 2022 (3,1%). “Ya hemos recuperado el nivel de PIB prepandemia, el crecimiento se aceleró durante el primer trimestre del año, y la economía española es la que más crece de la Unión Europea (UE), a un ritmo del 4,2%, cuatro veces más que la media”, ha destacado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño.
El sector agrícola ha avanzado un 3,8% en el primer trimestre, frente al 1,5% de la industria y el 2,4% de la construcción. Los servicios, en cambio, registraron un crecimiento plano en su conjunto (0,0%) y hasta negativo para algunas ramas, en particular las actividades financieras y de seguros (-4,4%), cuyo comportamiento contrasta con los resultados positivos de comercio, transporte y hostelería (+2,8%).
A contracorriente
El PIB de España ha recuperado el tamaño previo a la pandemia más tarde que sus vecinos, pero antes de lo esperado. Según los datos adelantados de abril, aún había una brecha de dos décimas con el PIB de 2019, que ahora el INE cierra con sus revisiones al alza. Otros organismos, como la Autoridad Fiscal o el Banco de España, apuntaban a que este hito se alcanzaría en el segundo trimestre. El supervisor bancario, en sus últimas previsiones, también subrayaba que la vuelta a los niveles anteriores no es suficiente para cerrar el gap que se abrió con el resto de la UE a raíz de la crisis sanitaria.
Eso porque en España el bache fue más profundo por el confinamiento estricto y el gran peso de sectores como el turismo y la hostelería, que sufrieron con más intensidad las restricciones a la movilidad. Cuando la economía volvió a abrirse, fue la vez de los atascos en las cadenas de suministro y la embestida de la crisis energética. Todos elementos que explican por qué la vuelta a los niveles de actividad de 2019 no ha sido ni tan rápida como se vaticinaba en los primeros compases de la covid ni tan intensa como para sacar a España del farolillo de cola de la recuperación en la eurozona.
Sin embargo, ahora España parece nadar a contracorriente. Mientras que el bloque del euro y la actividad global se ralentizan, la economía española en su conjunto sigue echando chispas y se multiplican las previsiones que revisan al alza su crecimiento. El Banco de España ha elevado sus estimaciones para 2023 en siete décimas, hasta el 2,3%, un desempeño incluso mejor del que ha presentado el Gobierno (2,1%). La Comisión Europea lo ha subido al 1,9%, nueve décimas más con respecto a octubre, frente al 1% que pronostica para la UE y el 1,1% para la eurozona, que ha entrado en recesión técnica tras acumular dos trimestres en negativo.
El comportamiento de la demanda interna es la gran incógnita de la segunda mitad del año, durante el cual se prevé un debilitamiento. La moderación de la inflación y las subidas salariales deberían estimularla, pero hay factores que presionan a la baja. “En particular, la subida del euríbor [el indicador al cual está referenciado el grueso de las hipotecas variables] y la desaparición del sobreahorro acumulado por los hogares en la pandemia”, dice Torres. Aun así, Funcas también revisará el mes que viene al alza su previsión de crecimiento para 2023, del 1,5% a alrededor del 2%.
BBVA Research, que ya preveía un alza del 2,4% para el ejercicio, considera que la revisión del INE refuerza sus estimaciones. “Dado que es muy posible que durante el segundo trimestre el incremento en el PIB vuelva a situarse cuando menos en línea con lo observado en el primero, el estancamiento durante el segundo semestre del año garantizaría un crecimiento superior al 2%”.
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