Los empresarios avisan a los sindicatos antes del Primero de Mayo: “Cuidado con coger la senda equivocada”
El presidente de Cepyme reivindica en el 45º aniversario de la organización la “paz social” actual, después de que las centrales llamasen a la movilización por la pérdida de poder adquisitivo
“Sobre la dignidad empresarial”. El lema que la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas (Cepyme) ha elegido para celebrar su 45 cumpleaños este martes en Madrid era un aviso afinado de los planteamientos que los patronos iban a exponer. El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, ha reivindicado en su discurso el papel de las empresas en el diálogo social y ha lanzado una advertencia a los sindicatos, sin mencionarlos: “En el año 1978 se perdieron 128 millones de horas en huelgas. En 1998, un millón y medio. Cuidado con coger la senda equivocada. Se ha trabajado mucho en los últimos años para tener la paz social que tenemos”.
Las declaraciones llegan poco después de que los sindicatos advirtiesen de un aumento en la conflictividad si la patronal no accede a negociar una subida general de salarios. Las retribuciones crecieron el año pasado en torno a un 3%, mientras la inflación se disparó a una media del 8,4%. A la vez, los beneficios empresariales casi se duplicaron. Por esta combinación de factores, CC OO y UGT dejan la puerta abierta incluso a una huelga general. La semana pasada tanto Unai Sordo (CC OO) como Pepe Álvarez (UGT) dijeron saber “cómo empiezan las movilizaciones, pero no cómo terminan”. “CEOE sabrá dónde quiere llevar la confrontación con las organizaciones sindicales”, añadió Sordo, mientras Álvarez reclamó que los empresarios sientan “el aliento de las calles”.
Cuerva ha reclamado “libertad y respeto” para la acción empresarial, y ha advertido de que denunciarán “cualquier intento de intervencionismo”. “Soy un fiel convencido de que lastra el sistema económico”, ha añadido, antes de advertir sobre el “amanecer del populismo” que quiere “dejar fuera de juego la actividad de la empresa”. “¿Si no defendemos nosotros la libertad, quién lo va a hacer por nosotros?”, ha finalizado Cuerva.
Después ha tomado el testigo el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi: “Vamos a seguir trabajando, aunque algunos pongan chinas en el camino, buscando la paz social”. “Estamos al margen de debates políticos. Tenemos nuestro espacio, que marca la Constitución. Seguiremos trabajando con independencia”, ha añadido el presidente de la patronal, que también ha reclamado seguridad jurídica y estabilidad regulatoria.
Las dos principales negociaciones en marcha entre empresarios y sindicatos son la subida general de salarios (incluida en el llamado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, AENC) y el estatuto del becario, conversación esta última en la que también participa el Gobierno. Respecto a la primera, las centrales plantean un incremento mínimo del 13,84% en el periodo de 2022 a 2024, empezando por un 5% para el año pasado, un 4,5% para este y un 3,75% el que viene. Además, quieren que las cláusulas de revisión también dependan de la situación económica de las empresas, medida por la evolución de su margen de beneficios. No ha trascendido la posición concreta de la patronal al respecto. En declaraciones a los periodistas, Garamendi ha comentado que ambas partes están “negociando” y ha pedido “discreción”. Sobre la norma que regule el régimen de los becarios, antes de Semana Santa se celebró una última reunión en el Ministerio de Trabajo, pero aún no hay acuerdo. El elemento de desacuerdo son las prácticas extracurriculares.
Debate político
Antes de las declaraciones de Cuerva y Garamendi, los presentes en la sede de las organizaciones empresariales han escuchado al eurodiputado del PP y exministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo; el exvicepresidente del Gobierno y exsecretario general de Podemos, Pablo Iglesias; y el exdiputado del PSOE Eduardo Madina. Es decir, el Ágora de Hora 25 (Cadena SER), pero con Madina en vez de Carmen Calvo y moderada por la subdirectora de ABC Yolanda Gómez.
“Los empresarios son marca España”, ha defendido García-Margallo. Iglesias ha apelado a la importancia de que la izquierda convenza a los sectores en los que suele encontrar menos simpatías, como el empresarial: “Si queremos transformar la sociedad no podemos hacerlo sin empresarios afines, al menos sin determinados sectores. Sin ellos no podremos empujar proyectos de transformación”. Madina ha recogido ese concepto: “En el diálogo de izquierda transformadora es donde me he situado siempre. Y para ello son insustituibles las pymes”, ha añadido el exdiputado del PSOE, que ha reivindicado los acuerdos entre sindicatos y patronal en la primera fase de la legislatura: “No hay España sin sindicatos y sin organizaciones empresariales”.
Iglesias, además, ha pedido que no se confunda a los pequeños empresarios con los grandes: “Que alguien diga que mi panadero es como Juan Roig o Amancio Ortega es una locura. No es lo mismo el empresario que va a los palcos y que puede llamar a cualquier político que las pymes que están sufriendo. Ferrovial no representa al tejido de España”. Madina ha reconocido que “se ha enrarecido el ambiente” respecto a la imagen de los empresarios, y cree que este fenómeno se relaciona con la inflación, “que genera distorsiones que no recordábamos”. “Cuando Ferrovial decide que se va, describe a Ferrovial, no al resto de empresas. Si no se habrían ido muchas más”, ha añadido. “Hay un fondo contrario a la buena imagen del empresario en España”, ha finalizado el político del PP.
El exsecretario general de Podemos ha hecho una breve mención a Yolanda Díaz, “por decir algo bueno” de ella, al referirse a la “nacionalización de millones de sueldos”, en alusión a los ERTE durante la pandemia.
Después han debatido sobre el papel del poder público en la economía el exministro socialista de Administraciones Públicas Jordi Sevilla y Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de FreeMarket Corporate Intelligence; moderados por la directora de CincoDías y subdirectora de información económica de EL PAÍS, Amanda Mars. Antes, en un discurso en solitario, el exvicepresidente socialista Alfonso Guerra ha reivindicado la aportación “fundamental” de los empresarios en la Transición. “Podría citar a muchos que jugaron un gran papel”, ha defendido.
“Demonización”
El primer evento de la mañana ya marcaba el mensaje transmitido en muchas intervenciones. La primera mesa redonda se titulaba La estigmatización del empresario en España, moderada por el adjunto al director de El Mundo, Francisco Pascual, en la que han participado el periodista y columnista de Expansión, Javier Ayuso; la directora ejecutiva de TrustMarker, Sandra Sotillo; y el director ejecutivo de Corporate excellence - Centre for reputation leadership, Ángel Alloza.
La siguiente intervención ha sido la del productor cinematográfico y presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, entrevistado por Cuerva. Han hablado sobre la imagen negativa que, a juicio del presidente de Cepyme, muchas películas transmiten de los empresarios.
De vuelta al discurso sobre la estigmatización de los empresarios, en la mesa redonda La importancia de la empresa en la sociedad española —moderada por Amador Ayora, director de El Economista—, varios de los intervinientes han criticado explícitamente al Gobierno. Por ejemplo, el profesor de IE Business School Rafael Pampillón ha cargado contra la subida de cotizaciones a rentas altas que contempla la reforma de las pensiones y los impuestos extraordinarios a banca y energéticas. “Estoy de acuerdo en que deberíamos haber defendido más a Ferrovial”, ha asegurado. “Los poderes públicos no dan apoyo suficiente a la empresa”, ha añadido María Jesús Valdemoros, lecturer en IESE Business Shool. Gregorio Izquierdo, del Instituto de Estudios Económicos, ha criticado la “demonización” de empresas. El contrapunto lo ha dado el economista y profesor de la Universidad de Alcalá José Carlos Díez, que ha relacionado esta “estigmatización” con la subida de precios.
Esa subida, de forma general, no ha afectado negativamente a las empresas. Según los datos del Banco de España, las empresas españolas casi duplicaron beneficios en 2022, en plena escalada inflacionista (8,4% el año pasado). Además, su cifra de negocio creció un 41,3%, el doble del incremento que habían experimentado el año de salida de la pandemia, de casi el 20,7%. Al contrario de lo que podría esperarse de un contexto de crisis, los resultados crecieron el 91,3% —frente al 32,1% que se habían anotado el 2021— y la rentabilidad, un 5,5%, un punto y medio más que en el ejercicio anterior. Mientras tanto, los salarios solo crecieron un 3% en 2022, así que se dejaron más de cinco puntos porcentuales de poder adquisitivo por el camino.
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