Los sindicatos avisan de un aumento en las movilizaciones si no hay un acuerdo de subidas salariales “pronto”
En la presentación del Primero de Mayo, CC OO y UGT abren la posibilidad a una huelga general si la CEOE no acuerda incrementos que compensen la inflación
En poco más de una semana se celebra el último Primero de Mayo de la legislatura, la gran cita reivindicativa anual de los representantes de los trabajadores. En su presentación, los secretarios generales de CC OO, Unai Sordo, y UGT, Pepe Álvarez, han puesto en valor las normas que han pactado en este ciclo político con el Gobierno y los empresarios, como la reforma laboral, o solo con el Ejecutivo, como la de pensiones. Pero la mayor parte de la rueda de prensa ha sido una mirada a futuro, una sonora queja por la falta de avances en la negociación con la CEOE para pactar una subida general mínima de salarios (incluida en el llamado Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, AENC), ante la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Han advertido de “movilizaciones intensas de carácter general” si no hay avances “pronto” y han marcado el inicio de las vacaciones de verano como la fecha límite para alcanzar un acuerdo.
Si no hay pacto, ante la pregunta concreta sobre una huelga general, tanto Sordo como Álvarez han dejado una puerta abierta. Los dos han dicho saber “cómo empiezan las movilizaciones, pero no cómo terminan”. “CEOE sabrá dónde quiere llevar la confrontación con las organizaciones sindicales”, ha comentado Sordo, mientras Álvarez ha reclamado que los empresarios sientan “el aliento de las calles”. Tras el verano de 2022 también se anticipó un otoño de movilizaciones que, de forma general, no se llegó a materializar. Sí ha habido protestas importantes en algunos sectores, pero no han escalado de forma contundente. Las centrales han anunciado que han convocado 73 manifestaciones de cara al 1 de mayo.
El líder de UGT ha pedido a los empresarios que “acaben con la avaricia y la usura; que haya un reparto porque si no el conflicto va a crecer”. Según los datos del Banco de España, las empresas españolas casi duplicaron beneficios en 2022, en plena escalada inflacionista. Además, su cifra de negocio creció un 41,3%, el doble del incremento que habían experimentado el año de salida de la pandemia, de casi el 20,7%. Al contrario de lo que podría esperarse de un contexto de crisis, los resultados crecieron el 91,3% —frente al 32,1% que se habían anotado el 2021— y la rentabilidad, un 5,5%, un punto y medio más que en el ejercicio anterior. “Tienen mucha cara”, ha añadido el líder de CC OO. Estos datos coinciden con una subida de precios del 8,4% en 2022 y una subida de salarios recogidos en convenio del 2,78%.
CC OO y UGT acordaron en marzo plantear a los empresarios un incremento mínimo del 13,84% en el periodo de 2022 a 2024, empezando por un 5% para el año pasado, un 4,5% para este y un 3,75% el que viene. Además, plantean que las cláusulas de revisión también dependan de la situación económica de las empresas, medida por la evolución de su margen de beneficios. “Hay mucha resistencia de la CEOE a negociar en serio. El diálogo social no es ir de tertulia, no es juntarse para hablar. Es negociar con propuestas serias”, ha criticado Sordo. De momento no ha trascendido una propuesta concreta de los empresarios a este respecto. Los líderes sindicales han dicho que se producen conversaciones discretas y que no hay una reunión formal agendada a corto plazo.
El AENC es una guía para las empresas y comités de España para negociar los incrementos salariales, entre otros aspectos. El empresario no tiene la obligación de respetarlo y los trabajadores pueden requerir aumentos mayores si lo consideran oportuno, pero el AENC sirve como punto de partida sobre el que construir cualquier negociación colectiva. El último que se firmó en España, el cuarto suscrito hasta ahora, data de 2018 y su último año de aplicación fue 2020.
Estatuto del becario
Las principales negociaciones pendientes entre sindicatos, empresarios y Gobierno que estaban previstas para esta legislatura han quedado resueltas, ya sea entre centrales y Ejecutivo o también con la patronal. Pero queda una norma importante encima de la mesa, el estatuto del becario. El 30 de marzo se celebró la última reunión entre centrales, empresarios y Gobierno en el Ministerio de Trabajo, con la que se cerró la posibilidad de nuevos encuentros y las partes se instaron a un intercambio de papeles para superar el último elemento de disenso, las prácticas extracurriculares.
“Conviene recordar que organizaciones sindicales y Gobierno teníamos un acuerdo, pero la CEOE nos pidió abrir la mesa porque querían incorporarse. Volver a abrirlo fue complejo, pero aceptamos porque nos parece importante el acuerdo. Se ha hecho una nueva propuesta y estamos sin respuesta”, ha explicado Álvarez.
La última propuesta del Ejecutivo consiste en mantener las prácticas extracurriculares (los trabajos voluntarios que no están vinculados a la formación), pero muy restringidas para que no desemboquen en abusos de las empresas. Es una cesión de los representantes de los trabajadores respecto al pacto que habían alcanzado inicialmente con el Gobierno, como ha indicado el líder de UGT. Si no hay acuerdo pronto, apuesta por volver al anterior pacto: “Entonces, el Gobierno tiene que poner en marcha el acuerdo que ya tenía con las organizaciones sindicales de manera inmediata”.
El problema para el Ejecutivo es que no tiene garantizado el recorrido parlamentario de la norma si las extracurriculares desaparecen. Fuentes de la negociación señalan que algunos de los socios habituales no aprobarían este nuevo marco, especialmente el PNV.
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