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¿Cómo trabajamos? Radiografía del empleo en España

La incertidumbre económica alcanza al país con récord de ocupados de los últimos 15 años, pero con muchas debilidades y tareas pendientes

Trabajo España
Trabajadoras en Lebrija (Sevilla) en julio, dedicadas a recoger cebollas.Juan Carlos Toro

En España trabajan casi 20,5 millones de personas. Este 42,9% de la población es el músculo de la economía, que afronta un momento de incertidumbre por la pérdida de poder adquisitivo, con inflación subyacente disparada, o el alza de los tipos de interés. Ante este temporal, cabe preguntar por la salud de ese sistema muscular. Los siguientes gráficos intentan responder a esa cuestión.

¿Cuántos trabajamos?

A España le cuesta más que a otros países de su entorno aprovechar toda su fuerza laboral. En el tercer trimestre de 2022, según las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en España trabajaba el 64,7% de los adultos en edad para hacerlo, frente al 68,4% de Francia, el 72% de Portugal o la media de este grupo de países, 69,5%. La comparación es aún más dolorosa ante los países con mayor fuerza laboral aprovechada, como Islandia (82,3%) o Países Bajos (81,7%).

Esto no es una novedad. En 2007, cuando el país alcanzó su menor tasa de desempleo de este siglo (8,23% —en plena burbuja inmobiliaria—, frente al 12,87% actual), seguía sin estar entre los territorios con menos paro. Entonces el desempleo en Francia marcaba el 7,66%, el 7,96% en Portugal y el 5,96% en el Reino Unido, mientras la media de la Unión Europea se situaba en el 7,35%, según las cifras de Our World in Data.

Sin embargo, el dato actual de ocupados (20,46 millones) es uno de los mejores de la historia reciente, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Los tres últimos trimestres son los guarismos más positivos de esta estadística desde 2008, cuando la Gran Recesión destrozó la economía nacional. Cinco años después, en 2013, el desempleo llegó a un pico del 26,94%, más del doble que ahora, y los ocupados se hundieron al año siguiente por debajo de los 17 millones.

Por territorios, las peores cifras se encuentran en el sur de España. Históricamente, la provincia de Cádiz casi siempre ha sido la que más paro ha registrado de todo el país, circunstancia que se mantiene en el último registro de la EPA. En el otro extremo se encuentra Gipuzkoa, la que más veces ha podido presumir del mejor dato. Sin embargo, ese honor corresponde ahora a Segovia, con un 7,23% de paro.

Provincias que más trimestres han registrado el récord positivo o negativo de tasa de desempleo desde 2002

Número de trimestres en récord

¿Cuánto cobramos?

Los sueldos en España son bajos. Esa es la principal conclusión que se extrae al compararlos con los del resto de la Unión Europea. La media de los Veintisiete son 33.511 euros brutos al año, frente a los 28.184 de España. Estamos lejos de vecinos como Francia (40.135) o Italia (29.951) y miramos con prismáticos a Luxemburgo (72.247), Dinamarca (63.261) o Irlanda (50.347).

Este análisis de Eurostat tiene valor comparativo, pero puede sorprender a los que tengan como referencia los estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra española es mucho mayor según la oficina europea porque estandariza las jornadas parciales y las completas, es decir, aumenta los salarios de trabajadores con menos de 40 horas semanales como si estuviesen empleados a jornada completa.

El último estudio completo del INE, de 2021, apunta que el salario anual medio de los españoles es inferior, de 25.032 euros brutos (2.086 en 12 pagas, unos 1.670 netos). Sin embargo, la cifra que mejor radiografía la realidad de lo que ingresa el común de los españoles no es este guarismo medio, inflado por las retribuciones más altas. El salario mediano (el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) se queda en 21.084 euros al año.

Y mientras tanto, la inflación diluye día a día el valor de estos salarios. España es uno de los países en los que menos están creciendo para compensar el alza de precios, según las cifras de Eurostat. En el tercer trimestre de 2022 aumentaron un 2,3% frente al mismo periodo del año anterior, ante el 3,4% que se incrementaron de media en los Veintisiete. En 2022, las retribuciones recogidas en convenios se dejaron seis puntos por el camino en España, ante la inflación media del 8,4% y el incremento salarial del 2,78%.

La inflación genera más problemas a las personas con menos ingresos, que se reparten de forma heterogénea en el país. La comunidad autónoma con menos ganancias medias por trabajador es Extremadura (con 12 pagas mensuales de 1.633 euros brutos). En el otro extremo está el País Vasco, con 2.452 euros.

Por otro lado, en España los salarios del empleo público son superiores a los del sector privado: según datos de Eurostat de 2018 (los últimos disponibles), el sueldo medio anual público en España es de 36.490 euros brutos; el privado, de 27.311 euros —de nuevo, Europa multiplica los datos por no contemplar la parcialidad; según el INE la retribución media anual era en 2020 de 34.616 brutos anuales en el sector público y de 21.816 en el privado—. Hay muchas diferencias entre países: la situación es parecida a España en Alemania (49.936 público y 44.204 privado), Bélgica (49.072 y 45.772) o Portugal (24.431 y 16.700), mientras que Francia (36.058 y 38.686) y Grecia (22.183 y 29.280) retribuyen mejor al sector privado. La media de los Veintisiete es de 34.674 euros en el sector público y 34.776 en el privado.

¿Cuántas horas trabajamos?

Hay un patrón entre los países de la OCDE en los que menos horas se trabaja al año: todos son europeos, están entre los que mayor renta per cápita atesoran y tienen una fuerte tradición sindical. Alemania es el país más avanzado, con 1.343 horas al año. En el otro lado de la balanza no hay países europeos: México lidera la clasificación con casi el doble de horas que los germanos, 2.127; seguido de Costa Rica y Colombia. España (1.640 horas) está por debajo de la media (1.715), a un nivel parecido al de Italia, Portugal o Japón.

Sin embargo, si limitamos el estudio a países europeos, España queda algo por encima de la media. Además, no está entre los países que más han reducido este parámetro últimamente: entre 2001 y 2021 las horas anuales por trabajador han caído más en Austria (13,2%), Eslovaquia (12%) o Alemania (7,5%). En España disminuyeron en ese periodo un 6,9%, en línea con la media de los Veintisiete (6,1%). Con todo, un reciente estudio del Banco de España señala que la jornada laboral caerá en España en casi tres horas semanales en la próxima década, en línea con la tendencia de los últimos años —hemos pasado de trabajar 37 horas de media en los años ochenta a 31 en 2022—.

¿Cuántos tenemos contrato temporal? ¿Y jornada parcial?

La reforma laboral, que entró en vigor el 31 de diciembre de 2021, ha reducido considerablemente la temporalidad de los contratos españoles: ha caído del 25% al 17,9% en un año. Se ha pasado de 12,66 millones de contratos indefinidos en el último trimestre de 2021 a 14,25 millones en el último cuarto de 2022. Ni durante los mejores años en ocupación y con menor tasa de paro (2006, 2007 y 2008) se había logrado esta cota de contratos indefinidos. Y, de forma paralela, los contratos temporales caen a 3,11 millones, la cifra más baja desde 2013.

Aunque este mal endémico se está curando, España sigue lejos de las marcas de países como Alemania (12,4%) o Bélgica (9,1%). Eso sí, la diferencia con la media europea (14,4%) es la menor de toda la serie histórica.

En cuanto a parcialidad, España no está entre los países con tasas más altas: en 2020, el 14,3% de los trabajadores españoles estaban contratados para una jornada parcial, mientras que la media en la Unión Europea era del 19%. En Portugal era del 9,8% y en Francia, del 17%. Esta es una estadística difícil de valorar, ya que la parcialidad puede implicar que las empresas facilitan la conciliación familiar, pero también que algunos contratos se firman por menos horas de las que realmente se trabajan. Por ello, una estadística más afinada es la parcialidad involuntaria, es decir, cuántas personas no trabajan a jornada completa por obligación. Y ahí España sí está en cabeza: el 55% de los españoles a jornada parcial está en esas condiciones por obligación. Esta tasa solo es mayor en Rumania (65,8%), Italia (62,8%) y Grecia (55,7%), según cifras de Eurostat de 2021.

¿En qué trabajamos?

La mayoría de los trabajadores de España se dedica al sector servicios, ligeramente más que en el resto de Europa. La estadística europea homologable está muy desactualizada, pero tiene valor comparativo: en 2014, el 62,5% de los europeos y el 85,3% de las europeas se dedicaban al sector terciario, en torno a cinco puntos porcentuales menos que en España (67,8% de hombres y 90,3% de mujeres, respectivamente). En consecuencia, tanto la industria como la agricultura acumulan una menor proporción de empleados en España que la media comunitaria. A nivel nacional estas cifras apenas han cambiado desde entonces.

Los datos actualizados del INE, de 2022, muestran las ramas de actividad con más empleados, con el comercio a la cabeza.

En el equilibrio entre trabajadores del sector público y el privado, España está en la media europea: en torno a un 16% de la fuerza laboral era pública en 2020, según Eurostat (según el INE, en 2022 asciende al 17,2%). Esta cifra está lejos de la fortaleza pública del norte de Europa, en países como Suecia (29%), Dinamarca (28%) o Finlandia (25%). Los Estados con menos trabajadores públicos respecto al total son Alemania (11%), Países Bajos (12%) e Italia y Luxemburgo (14%).

España también está en la media europea en número de trabajadores por cuenta propia. El 15,8% de la masa laboral española está compuesta por autónomos, en línea con el 15,2% de media de los Veintisiete, según la OCDE.

¿Con cuánta igualdad trabajamos en España?

La brecha salarial entre hombres y mujeres se da en todos los países de la OCDE: en todos cobran más ellos. España está por debajo de la media en este aspecto, con un 8,1% de diferencia favorable para los sueldos de los hombres. En 2020, la media de la OCDE ascendía al 12% y la de los Veintisiete al 10,3%. España ha conseguido rebajar esta brecha algo más que el resto del continente, ya que en 2002 el valor nacional y la media europea (en torno al 17%) eran similares y ahora España está dos puntos por debajo.

La OCDE especifica que sus datos comparan salarios entre empleos a jornada completa. Se da la circunstancia de que la tasa de parcialidad de las mujeres es mucho mayor que la de los hombres, ya que ellas suelen asumir (normalmente por obligación) los cuidados familiares. Así, según datos del INE, los españoles cobraron una media de 27.322 euros brutos en 2021. Las españolas, de 22.601, 4.721 euros menos. La brecha es importante, pero la buena noticia es que, como también indica la estadística europea, ha caído en los últimos años: es del 20,9%, casi seis puntos menos que en 2018 (26,5%) y casi ocho menos que hace una década (28,5% en 2011).

Esa diferencia en la tasa de parcialidad es uno de los principales motivos que explican la brecha salarial: de los 2,78 millones de trabajadores a tiempo parcial, el 73,5% son mujeres, mientras que de los 17,9 millones de empleados a tiempo completo son el 42%. Las españolas son un millón más que los españoles.

Las mujeres también sufren más el desempleo: la tasa de paro femenina es del 14,61%, frente al 11,32% de los hombres. Estos tres puntos significan una diferencia muy superior a la que registra la media europea, indican las cifras de Eurostat. El paro medio de las mujeres en la UE es del 6,4%, solo seis décimas más que los hombres.

Otros datos que explican la situación laboral de España

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