La jornada laboral media se reducirá en casi tres horas semanales durante la próxima década, según el Banco de España

Los trabajadores pasan seis horas menos por semana en el trabajo que en 1987. La media de horas trabajadas por empleado fue en 2022 de 31 a la semana, frente a las 37 de la década de los ochenta. La pandemia aceleró esa reducción y desde 2020 la duración de la jornada laboral ha caído en algo más de una hora. Antes de la crisis de la crisis de la covid-19, en 2019, el promedio de tiempo trabajado era de 31,8 horas semanales, por encima de los niveles actuales. De cara a la próxima década, el informe publicado este lunes en el Boletín Económico del Banco de España, estima que la media de tiempo trabajado por empleado activo seguirá descendiendo, concretamente, en tres horas semanales de media. Eso significaría intensificar la tendencia de la década anterior: entre 2009 y 2019 — eliminando el periodo covid—, cuándo el tiempo de trabajo se incrementó en 1,2 horas.

A la tendencia decreciente contribuirá el aumento del protagonismo del sector servicios en las tasas de empleo, pero sobre todo, la estructura demográfica por edades. Esto es, a medida que aumenta el número de trabajadores de más edad en el conjunto del empleo, más aumentan las jornadas reducidas y parciales, ya que entre los mayores de 55 las horas de trabajo se reducen. Estas estimaciones se ven reforzadas, según el informe, por la previsible prolongación de la vida laboral que se derivará de la reforma de las pensiones y de los incentivos a la jubilación parcial.

Entre los factores que explican esta tendencia durante la pandemia, esta la influencia de los ERTE, que redujeron la horas laborales de muchos trabajadores y suspendieron la actividad de otros, aunque sin que éstos últimos terminasen en el paro. Según el documento, entre el cuarto trimestre de 2019, justo antes de la pandemia, y el segundo trimestre de 2020, cuando las restricciones eran más intensas, el número medio de horas trabajadas por ocupado a la semana cayó en casi siete horas, un 21% de la jornada semanal. Una vez superada la situación de emergencia, el informe del Banco de España apunta que el tiempo de trabajo ha vuelto a crecer, aunque se queda algo más de una hora por debajo de los niveles precovid.

En general, hay varios aspectos que influyen en la dinámica de horarios más reducidos. El primer factor es el aumento de los contratos a tiempo parcial. Según se publica en el boletín, la ratio de parcialidad se elevó desde el 5,2% en 1987 hasta el 14,6% en 2019. Este incremento contribuyó en cerca del 40% a la reducción de la jornada laboral, mientras que el recorte del trabajo a tiempo completo fue el responsable del resto. Con todo, son las mujeres las que tienen más horarios parciales, por lo que su incorporación al mercado laboral —en 1987 solo un 30% de las mujeres trabajaba, frente al 53,3% en 2019— es un factor que empuja hacia abajo la duración media de las jornadas.

Otro elemento a tener en cuenta es la introducción de tecnologías que optimizan algunos procesos, permitiendo acortar las jornadas de los empleados y el aumento del peso del sector servicios en el mercado laboral español. Este sector es el que cuenta con menos horas por ocupado y por tanto, el que más sufre los contratos parciales. Cuánto mas aumenta el número de trabajadores en esta rama laboral, más baja la media general de horas trabajadas.

Si se desciende al detalle y se analiza la tendencia en otras ramas laborales, es la construcción el único sector cuyas horas trabajadas por ocupado no han descendido entre 1995 y 2019. En cambio, sí que han descendido las horas trabajadas en agricultura, servicios de mercado e industria.

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