Un horchatero sienta a Facebook en el banquillo
Una juez de Valencia abre juicio a la red social por cerrar el perfil de la empresa Món Orxata sin explicaciones
Facebook se sentará en el banquillo de un juzgado de Moncada, un pueblo de 22.000 habitantes situado a 10 kilómetros de Valencia, el próximo 5 de marzo, según confirmó este miércoles a EL PAÍS un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. El motivo: la demanda que una pequeña empresa horchatera, Món Orxata, presentó contra la mayor red social del mundo por haber cerrado su cuenta sin previo aviso y sin explicarle los motivos.
El juicio civil será el primero de tales características que se celebrará en España. Su impulsor, Andoni Monforte, fundador de Món Orxata explicaba hace unos meses, tras ser llamado a Bruselas por la Comisión Europea para contar el caso, que no conocía precedentes similares en Europa. En 2018, la justicia francesa rechazó la demanda presentada por un usuario que aseguraba que la red social suprimió su cuenta por publicar una imagen de El origen del mundo, un cuadro de Gustave Courbet en el que aparece una mujer desnuda. En el caso de Món Orxata, sus responsables, que este martes declinaron hacer comentarios, ni siquiera han sabido nunca a qué atribuir el cierre.
Las peticiones de condena que la empresa incluyó en su demanda tienen un carácter simbólico: reclama 6.000 euros en concepto de indemnización, el reconocimiento público de que el cierre fue injustificado, y un cambio en las políticas de la red social sobre clausura de cuentas e información a los afectados.
No es la primera batalla desigual que Monforte, cuya empresa está en Alboraia, en el corazón de la huerta de Valencia, protagoniza en los últimos años. En su documental Tigernut, la patria de las mujeres íntegras, denunció la miserable situación de las cultivadoras africanas de chufa (el tubérculo del que se extrae la horchata), y su conexión con productores españoles de horchata, lo que le valió una denuncia por parte de estos y una petición de secuestro judicial de la cinta, que han sido desestimadas. El dueño de Món Orxata también denunció a Lidl por el supuesto plagio de su invento para hacer horchata casera Chufamix, una acusación que la cadena alemana de supermercados niega y estudian ahora los tribunales.
El pleito con Facebook, una compañía con 2.400 millones de usuarios mensuales, 39.000 empleados y un valor bursátil de 460.000 millones de euros empezó en 2016, cuando la plataforma cerró el perfil que Món Orxata usaba para relacionarse con los clientes e impulsar sus ventas por Internet. En la página clausurada aparecía un mensaje que decía: "cerrado permanentemente", lo que, según Monforte, llevó a muchos a pensar que habían cerrado físicamente. Sus ventas online cayeron aquel año un 36%.
Gasto desproporcionado
Después de varios intentos infructuosos de obtener una explicación, Món Orxata demandó a Facebook en Moncada, el partido judicial al que pertenece Alboraia. Facebook contestó pidiendo a la magistrada que la rechazara porque las reclamaciones debían interponerse en California. Así, argumentó, figuraba en la cláusula que Món Orxata suscribió al aceptar, como cualquier usuario, las condiciones generales del acuerdo para crear un perfil en la red social. La juez rebatió la alegación y se declaró competente afirmando que la cláusula "impuesta por la parte predominante" dificultaba el acceso a "la tutela judicial efectiva" e implicaría un gasto "desproporcionado" para Món Orxata. El año pasado, la red social cambió sus condiciones generales, y ahora, en línea con la nueva normativa europea, estas prevén que las disputas legales se resuelvan en el país de la UE donde resida el usuario.
Por el camino, también sin previo aviso, Facebook reabrió el perfil de la empresa valenciana —que para entonces ya había creado uno nuevo en la misma red social—. Pero Món Orxata, conocida en Valencia por los carros repartidos por la ciudad con los que vende horchata, decidió seguir adelante porque, según Monforte, lo que persiguen es que Facebook tenga que dar respuestas y que ninguna otra "pequeña empresa, bloguero o particular tenga que pasar por el mismo calvario".
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