Bruselas asegura que llevará la expropiación de YPF a la OCDE

"No nos olvidéis, no nos dejéis al final de la lista". El vice secretario general de Repsol, Miguel Klingerberg, ha reclamado a la Comisión Europea que mantenga entre las principales prioridades de su agenda el conflicto que el grupo petrolero español mantiene con el Gobierno argentino desde que este expropió (en abril de 2012) el 51% de su participación en YPF. "Hoy lo es, pero mañana puede perderse porque aparecen otros asuntos", ha añadido Klingerberg, encargado directo de conducir el caso. El representante de Repsol ha hecho esta petición ante jefe de unidad para Latinoamérica de la Dirección General, Matthias Jorgensen, en un acto organizado en el seno del Parlamento Europeo por el think tank Ecipe y la participación del grupo petrolero.

La Comisión Europea intensificará la presión sobre el Gobierno argentino en la medida de sus posibilidades; pero, según el alto funcionario europeo, estas son limitadas. Se circunscriben al terreno comercial y a las acciones que pueda ejercer en el contexto de las relaciones multilaterales dentro del Mercosur o la OCDE, a donde se ha comprometido a llevar la expropiación. Sin embargo, si el conflicto se alarga por la vía judicial, no tiene margen de actuación. Por ello, lo que la Comisión desea es que haya una solución extrajudicial entre las partes. En ese sentido, ha dicho que siguen con atención la evolución del arbitraje en el organismo internacional Ciadi. También ha reconocido que el conflicto de YPF deja al descubierto que la Comisión no cuenta con las herramientas necesarias o precisas para este tipo de asuntos.

Según Jorgensen, el enfrentamiento de Repsol con el Gobierno de Cristina Fernández de Kichner "es una piedra en el zapato" en las relaciones de la Unión Europea con Argentina; pero ha asegurado que lo que prima es el interés general y que, por eso, tratará de que las cosas se reconduzcan hacia ese tipo de solución pacífica. Para la Comisión es imprescindible garantizar las inversiones europeas y resaltó que, en ese sentido, es muy importante Latinoamérica y Argentina.

La solución extrajudicial, según Klingenber, no parece que vaya a producirse al menos a corto plazo. A su juicio, la Comisión se ha expresado de forma contundente a favor de Repsol, al igual que lo ha hecho el Parlamento Europeo. El directivo de Repsol ha subrayado que el deseo de la Comisión es el mismo que tiene la compañía y que, de forma reiterada, esta ha subrayado que está dispuesta a negociar. "Pero para negociar hacen falta dos", ha matizado sin dar más explicaciones. La realidad indica que, de momento, no existen acercamientos con visos de solución satisfactoria. Aunque no se ha dado una cifra concreta, el presidente de la empresa, Antonio Brufau, ha manejado la de 8.000 millones de euros, algo en lo que coincide el profesor del IESE Pablo Fernández, quien también ha participado en el acto celebrado en Bruselas.

Junto al profesor del IESE, la eurodiputada del PP, María Auxiliadora Correa, ha recordado que el pasado 19 de abril el Parlamento Europeo instó a la Comisión a adoptar medidas para evitar situaciones como la de Repsol con Argentina. Esa petición se basaba en gran parte en las recomendaciones recogidas en un informe Del European Council on Foreign Relations (ECFR) en el que, entre otras medidas, pide que se cree una task force conjunta entre el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión. Su objetivo pasa porque la "UE trate de reforzar el sistema de arbitraje y los mecanismos de resolución de conflicto y elabore una lista de instrumentos transparente, proporcionada y basada en normas (una escala de intensificación) para usar contra los Gobiernos que no cumplan las normas internacionales o las resoluciones de disputas de inversiones". Asimismo, propone que haya una actuación coordinada con el Banco Mundial y el FMI con el mismo objetivo de ejercer presión sobre dichos países.