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OCDE IGUALDAD

La OCDE cree que los ajustes amenazan con anular el avance de la igualdad

La organización señala que los recortes en los presupuestos han congelado el empleo público y han mermado las ayudas para dependientes, lo que golpea sobre todo al empleo femenino

Dos mujeres participan en la manifestación del Primero de Mayo en Madrid.
Dos mujeres participan en la manifestación del Primero de Mayo en Madrid.EFE

España fue el país de la OCDE donde más se redujo entre 1980 y 2010 la brecha en la desigualdad entre sexos, pero ese movimiento corre peligro con medidas de ajuste en el empleo público, las prestaciones familiares o las ayudas para cuidar a personas dependientes, según la organización. "Las medidas de austeridad, aun centradas en preservar el acceso a los servicios públicos durante la consolidación fiscal, pueden resultar desiguales en términos de impacto de género", según las conclusiones del capítulo dedicado a España del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre las diferencias entre hombres y mujeres publicado hoy.

En concreto, la organización señaló que los recortes en los presupuestos que han congelado el empleo público y han reducido los salarios de los empleados de las administraciones afectan de forma particular a las mujeres por tener éstas una presencia porcentualmente más importante en ese tipo de empleos. Además, como quienes se encargan de cuidar a familiares dependientes son mayoritariamente mujeres, son ellas las que más sufren la disminución de las prestaciones, y lo mismo ocurre con los fondos especiales para la financiación de la educación infantil (el Programa Educa3).

Los autores del estudio advirtieron de que reducir las ayudas para el cuidado formal y la falta de empleo pueden aumentar el trabajo no remunerado de las mujeres, "a menos que los hombres españoles aumenten su parte", dado que ellas emplean 100 minutos más que ellos a esas tareas no retribuidas.

La brecha se había reducido

La OCDE parte de la constatación de que mientras en 1980 la brecha en la participación laboral entre hombres y mujeres era de 50 puntos porcentuales, en 2010 se había pasado a 20 puntos, el mayor recorte en términos relativos de los países miembros, en parte porque se partía de una situación especialmente desigual.

La equiparación se aceleró durante los primeros años de la crisis, al llegar el diferencial a 13,5 puntos en 2011 porque mientras la participación de las mujeres en el mercado laboral seguía subiendo, la de los hombres (con una peso relativo muy mayoritario en un sector como la construcción) cayó.

En términos de tasa de empleo, la masculina se hundió del 74,6% en 2008 al 64,1% en 2011, mientras la femenina retrocedió pero de forma menos drástica: del 55,7% al 52,8%.

España en 2010 se situaba por encima de la media de la OCDE en cuanto a mujeres en posición de liderazgo, con un 34 % entre los altos directivos y la décima parte de los miembros de los consejos de administración de las empresas que cotizaban en bolsa.

Pero en cualquier caso, el conocido como el "Club de los países desarrollados" estimó que la situación "todavía puede mejorar", y recordó que las citadas cifras están por debajo de los objetivos de la ley de 2007 sobre la igualdad efectiva de hombres y mujeres, que marcaba la meta de una representación del 40 % en puestos de dirección.

Los autores del estudio hicieron hincapié en que el número de empresas propiedad de mujeres progresa más que el de las que están a nombre de hombres, y que un tercio de los que se han establecido por cuenta propia con empleados son empresarias. No obstante, puntualizaron que las mujeres por cuenta propia ganan de media un 36 % menos que los hombres con ese mismo estatuto.

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