España mueve el mercado petrolero
El barril de 'brent' baja de los 100 dólares por el temor a una recaída global
El precio del petróleo acumula en los últimos siete días la mayor caída semanal de los últimos trece años. El barril de brent cotiza en torno a los 98 dólares, niveles no vistos desde febrero de 2011, y acumula, desde máximos de abril, un descenso superior al 20%. El movimiento es fiel reflejo de las dudas de los inversores sobre la marcha de la economía global, convulsionada por el impacto de la crisis de deuda europea, y ahí el ritmo lo marca España. “Desde el 18 de abril, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó las previsiones de crecimiento, los movimientos del mercado han estado básicamente marcados por las noticias relacionadas con España e Irán”, asegura Antonio Merino, director de Estudios y Análisis del Entorno, de Repsol.
Lo cierto es que España, como recuerda Merino, más que el motor del mercado petrolero es la evidencia de que si cae podría arrastrar detrás de sí a toda la zona euro, así como la demostración de la falta de capacidad política en la Unión Europea para ofrecer una solución a la crisis y evitar un enorme contagio financiero. “El resurgimiento de los temores sobre la deuda soberana han seguido empujando a la baja los precios del petróleo en dólares, unos temores realzados por España”, subrayaba Paul Horsnell, analista de materias primas de Barclays Capital en una nota a clientes.
Desde máximos de abril, el barril acumula una caída del 20%
Para los analistas, una caída de precios de más del 20% implica técnicamente un mercado bajista y hay sólidos argumentos que lo sustentan. No es solo la crisis de deuda europea y el rescate de España los que atemorizan a los mercados, aunque la zona euro suponga un 12% de la demanda global de petróleo. Los malos datos de empleo en Estados Unidos; un crecimiento menor de lo esperado en China, acompañado de la primera rebaja de los tipos de interés en el país desde 2008; la primera caída en el año de las exportaciones de Alemania y la debilidad mostrada por mercados hasta ahora boyantes, como Brasil o India, apuntan un claro frenazo en el crecimiento global en este primer semestre del año en contra de todo lo previsto.
En este entorno es normal que el consumo del petróleo haya caído, una tendencia que la Agencia Internacional de la Energía prevé que se consolide en el conjunto del año. En su informe del pasado mes de mayo, la AIE anticipaba “grandes caídas” en el consumo que prevén en Europa y Estados Unidos para este año respecto al anterior.
Al menos en España, esas caídas se han materializado de forma significativa. Los últimos datos conocidos, correspondientes al mes de abril, apuntan que el consumo de gasóleos y gasolinas para automoción se desplomó con caídas del 8,7% y del 13,1%, respectivamente, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). El consumo se sitúa así en los niveles de 2001 y suma quince meses consecutivos de caídas. Más aún. Entre 2007 y 2011, el consumo de gasolinas acumulaba un descenso del 20,8% y del 15,3% en gasóleos, según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
Los inventarios han sostenido las ventas en el primer trimestre, lo que significa exceso de crudo
Pese a todo, los precios del crudo en el primer trimestre mantuvieron una tendencia al alza. Había muchos factores que amenazaban con restringir el suministro: la amenaza de sanciones a Irán; los cortes de oferta de Sudán del Norte, Sudán del Sur, Siria y Yemen, y la mejora de la situación europea tras las subastas de liquidez a la banca por parte del BCE. Pero las tensiones de fondo se mantenían.
“Las ventas en el primer trimestre han estado sustentadas, básicamente, por la acumulación de inventarios. Y pese a ello la demanda de petróleo apenas ha crecido en 300.000 barriles por día. Eso significa que sobra petróleo en el mercado y eso tira los precios a la baja”, explica Merino. Los países productores de la OPEP se reúnen esta semana en Viena con el objetivo de estabilizar los precios, pero dados los precedentes y la fuerte tendencia bajista del mercado es difícil que puedan condicionar de forma significativa la evolución de los precios en el futuro más próximo.
Para Ole S. Hansen, director de estrategia de materias primas de Saxo Bank, la razón de fondo es otra: “La ruptura de la burbuja especulativa tanto del crudo Brent como del West Texas Intermediate (WTI), el de referencia para Estados Unidos, ha tenido un papel importante en esta caída dramática”. Pero ese estallido de la burbuja estará condicionada porque se cumplan o no las expectativas de los próximos meses.
Las ventas de gasolinas en España se sitúan en niveles de 2001
“Si los riesgos sobre la economía mundial no se acaban de concretar es bastante probable que asistamos a un fuerte repunte de la demanda en el segundo semestre del año”, subraya Horsnell en su nota, que recuerda que el consumo de gasolinas, gasóleos y queroseno —el combustible que utilizan los aviones— tiene su temporada alta en los meses de verano, aún por venir. La AIE calcula un aumento de la demanda en un millón de barriles diarios en cada uno de los dos últimos trimestres del año.
De momento, el precio del petróleo parece haber encontrado su punto de equilibrio en torno a los 100 dólares el barril, incluso algo por debajo, pero “si los riesgos no se cumplen, el petróleo se moverá para lo que queda de año en un rango de 100 a 110 dólares”, calcula Merino.
La curva a cinco años apunta a un rango más abajo, entre los 90 y 92 dólares por barril. Incluso más allá, “entre los 80 y los 90 dólares por barril”, según los cálculos de Edward L. Morse para Citigroup, que cree que los precios pueden deslizarse hasta un rango de 65 dólares de forma temporal. Pero su conclusión no deja lugar a dudas: “Pese a los argumentos esgrimidos en los últimos años, el largo periodo de aumento imparable de los precios de la última década parece estar llegando a su fin”.
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