Las crisis de la sanidad se encrespa

Las negociaciones del Instituto Catalán de la Salud (ICS) con los trabajadores para reducir en 47 millones las nóminas de los empleados de la sanidad pública vivieron ayer un nuevo y tenso capítulo. El departamento que dirige Boi Ruiz amenazó con dos opciones: o los empleados aceptan una rebaja sustancial de nómina -equivalente a la mitad de la paga extra de Navidad- o 1.500 interinos perderán su puesto de trabajo inmediatamente; la segunda opción es tanto o más dura y consiste en recortar el 25% de la jornada laboral -y su equivalente salarial- a 6.000 personas hasta final de año. En ninguno de los casos el ICS se compromete a volver a la situación anterior. Las propuestas fueron rechazadas por los sindicatos mientras en Balmes con la Gran Via una concentración de trabajadores cortaba el tráfico, lo que colapsó casi toda la tarde el centro de Barcelona.