La vendimia de Jerez acaba con una caída de la producción del 10%
El sector espera una subida de los precios del vino
El marco del Jerez da por finalizada la vendimia 2011 con la recolección de 63 millones de kilos de uva, un 10% menos que la campaña precedente. A falta de que termine la actividad en algunos lagares sueltos de municipios costeros como Sanlúcar, de Barrameda, Chipiona y Chiclana, el Consejo Regulador fija ya el final de la recogida y molturación en la denominación jerezana.
"La cosecha ha sido buena", resumió ayer el director general de la institución vinícola, César Saldaña. "En las viñas se ha recogido una uva de calidad bastante buena, con 11,5 grados baumé (escala que mide la concentración de azúcar en la fruta). Ha sido una vendimia corta, extraordinariamente cuidada y de baja producción", desarrolló Saldaña.
La Organización Común de Mercado (OCM) del vino auspiciada en Bruselas en 2008 ha dado un vuelco a la milenaria actividad. Hasta la aprobación de la reforma comunitaria las cosechas en Jerez superaban los 100 millones de kilos de uva. En concreto en 2007, se calificaron 114 millones de kilos de fruta.
Tras la entrada en vigor de la norma europea, las cifras fueron cayendo. En 2009 se recolectaron 73 millones de kilos, en 2010 fueron 69,5 y en 2011 los mencionados 63 millones. La progresión se explica en la reducción de unas 3.000 hectáreas de viñedo. Centenares de agricultores se han acogido a las ayudas europeas por arranque, unos 9.000 euros por hectárea, ante la evidencia de un cultivo con más pérdidas que beneficios.
El precio de la uva también ha bajado. Desde las más de 100 pesetas el kilo que se pagaba entonces (en el marco se siguen calculando las tarifas en la vieja moneda) hasta las 42 pesetas que llegan a dar en 2011, unas diez más de las que se conseguían el año pasado.
La bajada de la producción es negativa para el viñista, que tiene menos fruta que comercializar, pero buena para la denominación jerezana, asfixiada por unos excedentes que duplican las ventas.
La disminución de unas 3.000 hectáreas conduce al marco al deseado equilibrio entre producción y necesidades de mercado. Ese equilibrio puede mejorar los precios del producto y hacer que el vino de Jerez vuelva a ser rentable.
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