La política egoísta y el hambre

Dice la FAO que en el planeta, donde viven 7.000 millones de personas, se produce comida para 12.000 millones. ¿Entonces por qué más de 1.000 millones pasan hambre? El hambre no es un fenómeno casual, es el resultado de una política egoísta, olvidadiza y equivocada. Es la consecuencia de la explotación, pasada y presente, de una población absolutamente abandonada.

La naturaleza no tiene la culpa. La tienen los que sin ningún tipo de escrúpulo han antepuesto los intereses de inversión de su capital a las necesidades de personas que se mueren de hambre.

Según Esther Vivas, el 75% de la inversión financiera en el sector agrícola es puramente especulativa. Son operaciones que tienen como único fin hacer negocio y que repercuten decisivamente en el aumento del precio de los alimentos. Los mismos que causaron la crisis de las hipotecas subprime, denuncia Vivas.

Y todavía, en las Nuevas Generaciones del PP hay quien se atreve a criticar que España ayude a paliar la hambruna: "Regalamos 25 millones de euros a África. ¡A nosotros no nos regalan nada para paliar nuestras necesidades!". Yo le recomendaría que se lea Del campo al plato. Los circuitos de producción y distribución de alimentos, de Esther Vivas. A ver cómo se le queda el cuerpo a quien diga eso.