España ya no sale en la lista negra de los robos de arte
Los inventarios y la seguridad han frenado el expolio
Un recorrido por la lista de robos recientes de obras de arte elaborada por la Interpol permite sacar dos conclusiones: la mayoría se refieren a objetos litúrgicos y muchos de ellos tienen como escenario Italia. Hace años que España no tiene peso en esa relación.
De hecho, hasta la sustracción ayer del Códice Calixtino de la Catedral de Santiago, el último gran caso por resolver del patrimonio español tiene fecha de 1989: en agosto de ese año desaparecieron del Palacio Real de Madrid dos cuadros de Velázquez: Retrato de una dama y Mano del retrato del arzobispo Fernando Valdés. Dos décadas después siguen en paradero desconocido.
Junto a esos dos velázquez, el otro gran mito de las piezas que se desvanecieron sin dejar rastro en España es casi de otra galaxia artística y no se trata oficialmente de un robo sino de una desaparición: en 2006 se hizo público que los cuatro bloques de 38 toneladas de la escultura Equal Parallel/Guernica-Bengasi, de Richard Serra, se habían evaporado del almacén de la empresa contratada para su custodia por el Reina Sofía. Desde 2009 el museo exhibe una copia realizada por el propio artista.
Una pieza bien catalogada es más difícil colocar en el mercado ilegal
Hitos aparte, en España el robo de obras de arte y del patrimonio histórico es, según los expertos, casi una anécdota. A la dificultad de vender las piezas robadas se une la catalogación del patrimonio -una pieza bien inventariada es más difícil colocar en el mercado ilegal - y, pese a episodios como el de ayer en Santiago de Compostela, el aumento de las medidas de seguridad en iglesias, catedrales y museos.
Muy lejos quedan ya los tiempos en que los robos se contaban anualmente por decenas. Los años que van de 1975 a 1981 fueron los peores para el patrimonio artístico español. Si en agosto de 1977 la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo fue expoliada por un grupo de ladrones que destrozó tres joyas del arte medieval -la Cruz de los Angeles, la Cruz de la Victoria y el Arca de las ágatas-, en 1979 -un año en el que se llegó a registrar un robo al día en los templos españoles- fue sustraído del santuario navarro de San Miguel de Aralar un retablo del siglo XI famoso por sus esmaltes. Dos años más tarde la obra fue recuperada, por piezas, en Italia y Francia.
Superada una era de expolios en la que reinó René Alphonse Vandenbergue, el célebre Erick el Belga, recientemente, los dos casos más sonados terminaron con la vuelta de las piezas robadas a sus repectivos dueños. Otra vez en agosto, esta vez de 2001, fueron sustraídas del domicilio madrileño de la empresaria Esther Koplowitz 17 pinturas, entre ellas dos goyas, un sorolla, un gutiérrez solana y un juan gris. Un año más tarde fueron localizadas las primeras piezas.
El otro golpe sonoro fue el que César Ovilio Gómez Rivero, un historiador uruguayo afincado en Argentina, dio al arrancar ocho mapasmundi de la edición de 1482 de la Cosmografía de Ptolomeo que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Sucedió en 2007 y ese mismo año el caso quedó resuelto.
Los mapas volvieron a Madrid en noviembre después de que su desaparición fuera hecha pública, de nuevo, en agosto por la entonces directora de la institución, la escritora Rosa Regás, que dimitió una semana después a pesar de que quiso desvincular del robo su salida de la biblioteca del paseo de Recoletos. Pese a que se han extremado los controles, impedir la mutilación de libros valiosos sigue siendo uno de los caballos de batalla de la protección del patrimonio, ya que Gómez Rivero, por ejemplo, era un investigador autorizado. Actúo porque revisar un libro página por página parece misión imposible.
Casos sonoros
- El gran caso por resolver de robos del patrimonio español se produjo en agosto de 1989. Desaparecieron del Palacio Real de Madrid dos cuadros de Velázquez -Retrato de una dama y Mano del retrato del arzobispo Fernando Valdés- que siguen en paradero desconocido.
- En agosto de 2001 fueron sustraídas del domicilio madrileño de Esther Koplowitz 17 pinturas, entre ellas dos cuadros de Goya. Fueron localizados un año después.
- En 2007 un historiador robó ocho mapas de 1482 la Biblioteca Nacional de Madrid. Se recuperaron ese mismo año.
Babelia
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