Ola de cambio en el mundo árabe
| Revuelta popular en Libia
Trípoli se unió ayer a la revolución libia que trata de acabar con 41 años de dictadura de Gadafi. A las dos de la tarde, tras el rezo del viernes, miles de personas ocuparon las calles de los barrios de Fashlum, Zauia, Bin al Shur, Al Siahia y Dohmani, y Janzur.
Incluso en sus discursos televisados de estos días, Muamar el Gadafi insistía en que el poder siempre ha estado en manos del pueblo libio. Pero solo ahora empieza a estarlo, al menos en algunas zonas. Porque son los rebeldes los que están ejerciendo el poder en lugares como Bengasi, la segunda ciudad libia, o Tobruk, en la frontera con Egipto.
Armas químicas en Libia
Como si las incertidumbres energéticas y migratorias no fueran suficientes, un nuevo quebradero de cabeza viene a sumarse a la inquietud que el caos libio está provocando en la comunidad internacional: el destino de las armas químicas que aún conserva Muamar el Gadafi.
Los jefes de la rebelión libia
NURIA TESÓN | Tobruk
La diplomacia
Estados Unidos anunció ayer una serie de sanciones unilaterales y multilaterales a Libia para tratar de contener el baño de sangre provocado por Muamar el Gadafi.
Revuelta popular en Libia
"La misión ha decidido categóricamente actuar como representante de los libios y de su libre voluntad. Solo representamos al pueblo". Adel Shatut, enviado de la representación de Libia ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, proclamó ayer su desvinculación absoluta y definitiva del régimen de Muamar el Gadafi.
La posición española
El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, aboga por poner en marcha un plan Marshall, similar al que ejecutó Estados Unidos para reconstruir Europa tras la Segunda Guerra Mundial, para los países del norte de África.
Inestabilidad en Oriente Próximo
Las plazas de las principales ciudades árabes se llenaron ayer de ciudadanos que pedían reformas políticas. Desde Jordania a Yemen, pasando por Irak, Bahréin, Egipto y Túnez, un imparable movimiento por la democracia mantiene en jaque a los gobernantes.
Irlanda fue ayer a las urnas y todo indica que el Fine Gael (FG) sustituirá al Fianna Fáil (FF) al frente del Gobierno. Pero ¿significa ese cambio de políticos un cambio también de políticas? Solo tangencialmente, dada la similitud ideológica de ambos partidos, aunque ese cambio puede ser más acentuado si el Fine Gael se ve obligado a depender de los laboristas para gobernar.