El trágico accidente del metro de Valencia, ocurrido el 3 de julio de 2006, en el que murieron 43 personas y hubo 47 heridos cuando un convoy descarriló a la entrada de la estación de Jesús, en Valencia, se ha convertido en un permanente motivo de incomodidad para Francisco Camps y su administración.
El cierre de las emisiones de TV3 en la Comunidad Valenciana por parte del Consell levantó ayer las protestas de los ciudadanos, que consideran arbitraria la decisión del Ejecutivo de Francisco Camps. En la plaza de Santa Clara de Castellón más de un millar de personas se concentraron para tachar de "barbaridad" la decisión y reclamar la restitución de las emisiones.
El presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, cuestionó ayer la decisión adoptada por el Consell de cerrar las emisiones de TV3 en la Comunidad Valenciana. "Me parece bien, y me parece mal", indicó Rus.
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