Atentado en EE UU
Con un corte en la sien derecha provocado durante la lucha que mantuvo con los hombres que evitaron que la matanza fuera mayor; con la cabeza rapada, esposado y vistiendo el uniforme de preso color camel de la penitenciaría del condado, Jared Lee Loughner compareció ayer ante un juez de la ciudad de Phoenix.
Como en casi todas las tragedias, en la de Arizona hay víctimas, hay villanos y hay héroes, estos últimos necesitados aquí como nunca en los últimos días para poder seguir creyendo en las bondades del alma humana.
Barack Obama, al frente de una nación conmovida e inquieta, guardó ayer un minuto de silencio en recuerdo de Gabrielle Giffords, los seis muertos y la docena de heridos el sábado en Tucson. El silencio parece una buena respuesta al acaloramiento político que ha precedido a este crimen.
El presidente de Túnez, Zine Abidine Ben Ali, intentó ayer atajar la mayor oleada de protestas desde que hace 24 años llegó al poder formulando varias promesas por televisión, pero sus anuncios fueron recibidos con más disturbios violentos sobre todo en el centro del país.
Irán anunció ayer la desarticulación de una "red de espías" vinculados al Mosad, el mitificado servicio secreto israelí. Los detenidos están acusados del asesinato de un científico nuclear en enero del año pasado, según el comunicado oficial difundido por la televisión iraní.
El ministro de Defensa francés, Alain Juppé, ha sido claro al enjuiciar la operación de rescate que la madrugada del sábado lanzó el Ejército francés en Malí en colaboración con las fuerzas de seguridad nigerinas y que acabó con la muerte de los dos franceses secuestrados horas antes por Al Qaeda en un restaurante de Niamey (Níger).
El nuevo país de Sudán del Sur corre el peligro de convertirse en un Estado fallido si no se solucionan algunos de los problemas que está generando el propio referéndum de secesión que se celebra estos días. El principal es el retorno a la patria de miles de personas procedentes del norte del país.
Se abre un nuevo frente diplomático en el caso Wikileaks. El Ministerio de Asuntos Exteriores islandés convocó ayer al embajador norteamericano en Reikiavik para pedir explicaciones sobre la investigación de la cuenta de Twitter de la diputada Birgitta Jonsdottir, simpatizante de la plataforma de Assange.
El Gobierno del presidente haitiano, René Preval, hubiese preferido no mezclar un desastre con otro. Por eso había decidido no hacer público hasta después del 12 de enero, el informe de la Organización de Estados Americanos que indica que hubo fraude en la primera vuelta presidencial del 28 de noviembre pasado.