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Al Qaeda mató a sangre fría a los dos franceses en Níger

"Los rehenes no tuvieron ninguna oportunidad", dice Fillon

Antonio Jiménez Barca

El ministro de Defensa francés, Alain Juppé, ha sido claro al enjuiciar la operación de rescate que la madrugada del sábado lanzó el Ejército francés en Malí en colaboración con las fuerzas de seguridad nigerinas y que acabó con la muerte de los dos franceses secuestrados horas antes por Al Qaeda en un restaurante de Niamey (Níger). "Fue una decisión grave y dura. Pero la asumimos plenamente. No hacer nada implicaba un doble riesgo: uno, ver cómo nuestros compatriotas secuestrados eran conducidos a la fuerza hacia las bases terroristas del Sahel. Dos, dar a entender que Francia combate el terrorismo". La orden de actuar, aun a riesgo de la vida de los dos rehenes, fue dada por el presidente, Nicolas Sarkozy. Francia cierra filas sobre el incidente. Ningún líder político de la oposición ha criticado la operación militar, limitándose a exigir toda la información posible.

El Gobierno y la oposición cierran filas en favor de la operación de rescate

A este respecto, es sintomático el comentario del diputado socialista François Hollande, ex primer secretario del Partido Socialista francés (PS), que manifestó que el jefe del Estado "había hecho lo correcto".

El viernes por la tarde cenaban en la terraza de un bar de Niamey dos franceses de 25 años, Antonie de Léocour, que se iba a casar en unos días, y su amigo, Vincent Delory, que iba a ser su padrino de boda. Ambos colaboraban en una ONG. Un grupo de personas con turbante, que hablaban árabe, francés y husa, la lengua local, los secuestraron a golpe de pistola y de fusil, los obligaron a subirse en un 4 - 4 que puso rumbo al norte, hacia la frontera de Malí, lugar en el que se esconden miembros de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

Media hora después las fuerzas de seguridad francesas ya habían sido alertadas. En el camino hacia la frontera, se produjo una escaramuza entre los miembros de AQMI y las fuerzas de seguridad de Níger, que no lograron interceptar a los secuestradores. Tres gendarmes murieron y varios militares y policías de Níger resultaron heridos. Tras el enfrentamiento, Francia requirió el permiso del Gobierno de Níger para encargarse por entero de la operación. Un helicóptero de las fuerzas especiales francesas participó en el ataque.

Según explicó ayer el primer ministro francés, François Fillon, los secuestradores mataron "fríamente" a los dos franceses al sentirse perseguidos, "no tuvieron ninguna oportunidad". Después, algunos se perdieron en el desierto. Otros fueron apresados o cayeron muertos por las balas. En el intercambio de disparos dos militares franceses resultaron heridos, según relataba ayer el diario Le Monde. El ataque fracasado pone en una delicada situación a los otros siete rehenes -cinco de ellos franceses- secuestrados por Al Qaeda el 16 de septiembre en Arlit (Níger) y trasladados después a alguna parte del desierto en Malí. Todos trabajaban en las minas de uranio que la multinacional francesa Areva explota en Níger, donde viven 1.600 franceses. Una fuente citada ayer por Le Monde aseguraba que días atrás se había perdido el contacto con los secuestradores.

Un hombre firma un libro de condolencias por los franceses asesinados.
Un hombre firma un libro de condolencias por los franceses asesinados.AP

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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