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Francisco González / EFE
Nadie tiene muy claro si Turquía es un país europeo o asiático. Está considerado como el gozne entre los dos continentes y esa posición de cruce de caminos ha sido un elemento que ha atraído a Francisco González, presidente del BBVA, para adquirir el 24,9% del tercer banco turco por activos, el Garanti Bank.
Un gran número de entidades se han acercado a Ferit Sahenk, presidente del poderoso Grupo Dogus, para intentar comprar el Garanti. Incluso el BBVA lo estudió hace cinco años, según confesó ayer Francisco González. Pero los turcos no querían ceder el control.
Alemania ha logrado introducir en la agenda europea un proceso que quiere permitir la reestructuración ordenada de la deuda de los países con problemas. En otras palabras: que un país pueda quebrar, de manera que sus acreedores -generalmente, los bancos- tengan que asumir que no van a cobrar todo lo que se les debe.
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