Bruselas prohíbe clonar animales para destinarlos a alimentación
La Comisión propone cinco años de moratoria ante la escasez de estudios sobre su seguridad - La medida no afecta a la investigación ni a la preservación de especies
Durante los próximos cinco años no podrá haber en los estantes de los supermercados europeos ni filetes ni leche procedente de terneras o vacas clonadas. Tampoco productos obtenidos de cualquier otro animal concebido mediante esta técnica que permite crear ejemplares genéticamente idénticos a otro. La Comisión Europea anunció ayer que propondrá una suspensión de cinco años a la clonación de animales para producir alimentos y lo más probable es que el Consejo Europeo no ponga problemas para aprobar a esta iniciativa.
No es que hasta ahora se pudieran adquirir este tipo de productos en las tiendas. Hacía falta un permiso europeo para lanzar al mercado estos alimentos, como apunta el presidente de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, Roberto Sabrido. Y, hasta el momento, las autoridades sanitarias europeas no han recibido ninguna solicitud para comercializarlos. La moratoria frenará la posibilidad de conceder estas autorizaciones y dará un tiempo de reflexión para analizar las ventajas y los inconvenientes de la comercialización de derivados animales clonados.
La UE alude al posible sufrimiento del animal derivado de la técnica
La medida se apoya en varios aspectos. Uno de las que más ha pesado es, según la Comisión, las dudas sobre el sufrimiento animal derivado de esta tecnología.
Otro es el principio de precaución. No existen pruebas científicas que demuestren la existencia de riesgos para la salud por el consumo de estos productos. "Con relación a la seguridad alimentaria, no hay evidencias de que haya diferencias entre la carne y la leche de animales clonados o su descendencia y las de los animales criados de forma convencional", sostiene la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en el acrónimo en inglés). Pero la misma entidad también advierte de que, en general, hay muy pocos estudios, sobre muestras demasiado pequeñas y en general, desde enfoques poco comparables, lo que dificulta obtener conclusiones suficientemente satisfactorias.
"Solo se puede decir que no hay riesgo cuando se está seguro y no hay suficientes datos para afirmarlo", comenta Juan José Badiola, presidente del Consejo General del Colegio de Veterinarios de España. Badiola es partidario de que pase el tiempo "y haya más datos y más certidumbres".
En todo caso, este catedrático de Sanidad Animal apunta que la tecnología de la clonación no ha llegado a las explotaciones ganaderas españolas. Por ello, reconoce que "no hay presión empresarial o del sector para su aprobación". Clonar una vaca puede costar más de 10.000 euros, una inversión que, de momento, desaconseja su producción masiva para vender su carne.
La medida anunciada ayer por el comisario de Salud y Política de Consumidores, John Dalli, no se extiende a usos no alimentarios, como la investigación, la preservación de especies en peligro de extinción o el uso de animales para desarrollar fármacos. Tampoco se prohibirá la importación de carne de crías nacidas de clones. Además, contempla la puesta en marcha de un sistema de seguimiento de las importaciones de material reproductivo para clones, como esperma y embriones clonados.
"La comunicación responde a llamamientos del Parlamento Europeo y los Estados para que la UE tome medidas sobre este problema tan delicado", indicó Dalli. La agencia estadounidense de seguridad alimentaria, la FDA, autorizó en 2008 la comercialización de filetes de cerdo o vaca procedente de ejemplares clonados.
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