El objetivo es vencer el fatalismo que recorre el PSOE y que el fantasma de la derrota de 1995 deje de ser la pesadilla de los candidatos socialistas en los comicios del próximo 22 de mayo. Ese año se celebraron las elecciones locales y regionales en las que se produjo la derrota de los socialistas en autonomías y Ayuntamientos que desde entonces siguen en manos del PP.
JOSÉ MARÍA BARREDA FONTES
El PP está en ebullición. Las bromas, las conversaciones serias, los cotilleos y hasta los brindis. Todo en el partido gira en torno a una idea: el regreso a La Moncloa en 2012, que la mayoría de los dirigentes ve como inexorable. En ese ambiente, con el olor del poder invadiéndolo todo, se ha celebrado una reunión interparlamentaria en Canarias que ha servido para escenificar esa euforia contenida que invade el partido.
El lehendakari, Patxi López, hizo ayer referencia por primera vez al acuerdo presupuestario. Resaltó el "ejercicio de responsabilidad" de él mismo, su Gobierno y el PSE-EE, y atribuyó al cambio político en Euskadi el que se ha operado también en el PNV.
Un guiño a la izquierda y otro a la derecha. Un gesto hacia el electorado más catalanista y luego una carantoña al más próximo al PSOE. La precampaña de los socialistas catalanes para las elecciones del 28 de noviembre se ha convertido en una alocada carrera para recuperar en escasas cinco semanas las decenas de miles de votos que según las encuestas pueden fugarse a Convergència i Unió, al Partido Popular y, mayoritariamente, al saco de la abstención.
Ciutadans, que no tiene garantizada mantener su representación parlamentaria tras las elecciones del 28-N, ha vuelto a recurrir al desnudo como reclamo de campaña como ya hizo su candidato Albert Rivera en 2006. Ahora son ciudadanos anónimos los que se quitan la ropa para llamar a la "rebelión" contra el nacionalismo catalán.
Pocos pero respetuosos. Cientos de militares -2.000, según los organizadores; 150, según Defensa- se concentraron ayer junto a la sede del ministerio para reclamar "una carrera digna y unos derechos plenos", lo que a su juicio no garantizan ni la polémica Ley de la Carrera Militar ni la nueva Ley de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas.
El Ayuntamiento de Madrid gasta cada día 12 millones de euros pero solo ingresa 11,3 millones. Ya no queda ni una sola luz roja de emergencia por encender. La falta de liquidez está empujando al precipicio a su alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), que no encuentra dinero para pagar a los principales proveedores.
"No tengo nada que temer", espetó Arturo Cubillas Fontán, de 46 años, al fiscal que le recibió el pasado día 11 en Caracas cuando se presentó para denunciar "el acoso" que asegura padecer de la prensa española y pedir una investigación sobre el testimonio de los dos presuntos etarras que afirman haber sido entrenados por él en armas y explosivos en Venezuela.