Sofia Geli Stenhammar abre dos bolsas de plástico y muestra decenas de monederos, carteras y bolsos. Los guarda desde hace semanas, junto a algunas maletas, en la sede del Consulado de Suecia, en el Eixample. Los objetos pertenecen a turistas escandinavos que un mal día sufrieron un robo.
En mayo, la Fira de Barcelona anunció que los dos salones de anticuarios que se celebraban en Barcelona -uno en primavera, en el recinto ferial de Montjuïc, y otro en otoño, en el edificio gótico de las Atarazanas- se unían para "reunir todo el sector y consolidar una tradición iniciada hace más de tres décadas".
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, anunció ayer con euforia que la tuneladora del AVE "ya ha pasado por debajo de la Sagrada Familia" sin causar ningún desperfecto al templo, un temor que la oposición municipal, formada por Convergència i Unió (CiU) y el Partido Popular (PP), ha alentado los últimos años.
El diputado Albert Rivera, líder de Ciutadans, que en 2006 apareció sin ropa en su propaganda electoral, ha vuelto a utilizar esta estrategia con vistas a los comicios del 28-N. En esta ocasión, sin embargo, él aparece vestido en el vídeo electoral, pero le siguen varias personas paseando desnudas.
A la arqueta de Banyoles (Pla de l'Estany) le ha pasado de todo. Primero llegó Erik, alias El Belga, en 1980 y robó la piezas de plata que adornaban la cajita gótica del siglo XV. Después estas piezas estuvieron danzando por el mercado negro. Y en 1997 la prestigiosa galería de subastas londinense Sotheby's decidió venderlas al mejor postor.