EL PARALELO RENACE
Destellos del Broadway barcelonés
Soy paralelebípedo: a los cuatro años ya recorría el Paralelo. De la mano de mi abuela, peinadora y amiga de Raquel Meller, íbamos a llevarle la tartera a mi abuelo, que tocaba el violín (y el piano, y el trombón de varas) en el Español de Los Vieneses, en el Cómico de Joaquín Gasa, en el Apolo de Colsada.