La arqueta de Banyoles vuelve a casa
El Estado paga 550.000 euros por las 21 piezas robadas
A la arqueta de Banyoles (Pla de l'Estany) le ha pasado de todo. Primero llegó Erik, alias El Belga, en 1980 y robó la piezas de plata que adornaban la cajita gótica del siglo XV. Después estas piezas estuvieron danzando por el mercado negro. Y en 1997 la prestigiosa galería de subastas londinense Sotheby's decidió venderlas al mejor postor. Pero alguien se dio cuenta de cuál era su origen. Y así empezaron las gestiones para su recuperación hasta el día de ayer, cuando la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, la devolvió restaurada al monasterio de Sant Esteve de Banyoles, tras desembolsar 550.000 euros.
Hasta ahora era una incógnita el precio de esas piezas. El abogado del obispado de Girona, Carles Mascort, que ha negociado la compra con la propietaria, se ha negado a revelar el precio. Y sigue sembrando la la duda. "Yo sé lo que ha costado porque lo he pagado, en nombre de otros, pero no puedo ni confirmar ni desmentir que sea esa cifra", aseguró ayer.
La arqueta ha recuperado solo 21 de las 28 piezas que robó en su día Erik, El Belga. Mascort asegura que está en negociaciones para comprar las siete restantes y por eso, insiste, no puede dar detalles. "Hay una línea abierta para recuperarlas, pero no puedo explicar más. Lo siento", indicó por teléfono.
Banyoles tiene previsto lucir de nuevo la arqueta en el monasterio de la localidad a partir del sábado que viene. La fecha coincide con la de Sant Martirià. Sus restos descansan en la arqueta y, además, es el patrón del pueblo.
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