Ríos de vergüenza y destrucción

La destrucción y el caos están asegurados en Hungría. El daño que ha causado la rotura de esta balsa de residuos es irreparable tanto en los ecosistemas de los ríos afectados como por las pérdidas personales y materiales.

Fauna y flora de la región afectada han desaparecido casi por completo, al igual que aldeas y pueblos enteros, que han quedado huérfanos de habitantes, llenos de voluntarios y de especialistas para intentar volver a la normalidad y tintados de un color rojizo y un ambiente insoportable que le da un tono pesimista y caótico a la situación. A esto hay que sumar las pérdidas personales, que son muy dolorosas para las familias, al igual que la destrucción de sus casas y la imposibilidad de volver a vivir como antes lo hacían. Algunas personas, debido a la extrema peligrosidad de la sustancia, han manifestado su temor y su negativa a volver dentro de unos meses a sus casas.

Este terrible suceso, que ha acabado con la normalidad de toda una región y de todo un ecosistema tan bien conservado, es uno más de los que los seres humanos deben sentir vergüenza. Sobre todo, aquellos que ante lo incuestionable se esconden y no se responsabilizan de los hechos que cometen.