Dos pies gigantes con calcetines blancos calzados en unas chanclas de dedo se imponían desde hace días en el paisaje de la plaza de Alonso Martínez. "El verano es una época de crímenes imperdonables", rezaba acertado el eslogan. La lona, que ya ha cambiado su imagen aunque sigue promocionando un canal de televisión, cubre la fachada de un edificio en obras, aunque allí no trabaja un solo albañil.
Los vecinos de la avenida de América no son dueños de sus azoteas. Muchos edificios de una de las principales entradas a la capital han cedido sus techos a empresas de publicidad que alquilan el espacio a grandes marcas. Desde las alturas, Iberia, Reyal Urbis, Samsung o Mahou se disputan la atención del conductor y del viandante.
Todo el mundo tenía en mente lo que sucedió el año pasado. Las fiestas patronales de Pozuelo degeneraron en una batalla campal con coches quemados, barricadas en medio de las calles y multitud de destrozos en el mobiliario urbano. Decenas de jóvenes se enfrentaron a la policía y llegaron a asaltar la comisaría.
Mucha creación contemporánea y unos pocos clásicos componen una oferta cultural que este otoño transportará a los madrileños desde el impresionismo finisecular del XIX hasta el arte español más actual. La ópera del siglo pasado predominará en el Real, mientras que los escenarios ofrecerán un menú teatral con opciones para todos los paladares.
E. G. S. | Madrid
Antonio Beteta, titular de Economía y Hacienda, tiene un pequeño papel como juez en la película recién estrenada 'Lope'
ROSA JIMÉNEZ CANO | Madrid