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El negocio de las casas anuncio

Los propietarios de edificios emblemáticos cobran unos 100.000 euros al mes por instalar un reclamo en su fachada - El control municipal no evita el fraudeHacienda planea subir la tasa por la publicidad en los edificios - La medida le permitirá recaudar el 25% de los ingresos que perciben los propietarios

María Martín

Dos pies gigantes con calcetines blancos calzados en unas chanclas de dedo se imponían desde hace días en el paisaje de la plaza de Alonso Martínez. "El verano es una época de crímenes imperdonables", rezaba acertado el eslogan. La lona, que ya ha cambiado su imagen aunque sigue promocionando un canal de televisión, cubre la fachada de un edificio en obras, aunque allí no trabaja un solo albañil. Caso muy similar se repite en la Puerta del Sol. Convertir tu casa en un anuncio es un negocio redondo: el Ayuntamiento no controla el fraude, las tasas son irrisorias y los anunciantes llegan a pagar más de 100.000 euros mensuales por promocionarse en un lugar tan emblemático como el kilómetro cero.

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Para que en el número 6 de la Puerta del Sol luzca desde junio una lona de 390 metros cuadrados, con iluminación incluida, el propietario pidió una licencia para pintar la fachada. Aunque los trabajos, según la empresa propietaria del andamio, no se prolongarán más de tres meses, la normativa urbanística establece un permiso de seis meses -prorrogable a otros seis-. Conseguida la licencia, el dueño del inmueble, o la empresa de publicidad que media con el anunciante, ya puede pedir a la Concejalía de Medio Ambiente la autorización que permite instalar publicidad mientras dure la obra.

Los trámites no deben ser muy complicados porque el año pasado se concedió el 80% de las 800 solicitudes de instalación de lonas que se recibieron, según datos de Hacienda.

Los inquilinos de este inmueble, dedicado al alquiler de oficinas, no salían de su asombro cuando se les comunicó que se cubriría el edificio, rehabilitado hace cinco años, por una nueva reforma.El truco está en que, tres meses después, mientras el enorme cartel ya se ha cambiado dos veces y el propietario puede estar embolsándose, según fuentes del sector publicitario, unos 124.000 euros mensuales en el caso de la Puerta del Sol, allí nadie ha cogido una brocha.

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No es el único que juega con los tiempos. Justo enfrente, en el número 11, el andamio donde se anuncia la última película de Jackie Chan lleva ya un mes de adelanto al comienzo de los trabajos de restauración de la fachada. Y en el 7 de Alonso Martínez algunos inquilinos, que aún no saben cómo entra la luz del día por su ventana, aseguran que el propietario está retrasando hasta el último momento la retirada de la lona con la excusa de nuevos desperfectos.

La supervisión municipal se limita a la comprobación por parte de Medio Ambiente de que no se superen los plazos solicitados para la instalación de la publicidad, condicionados a la duración de la obra. Una vez agotado el permiso, el edificio no podrá volver a exhibir un anuncio hasta cinco años después como estipula la ordenanza reguladora de publicidad exterior. En lo que va de año solo se han abierto 14 expedientes disciplinarios por lonas sin licencia o que no se ajustaban a la normativa, según una portavoz de Medio Ambiente. Cuando el propietario no resuelve los incumplimientos, una vez advertido, la sanción puede alcanzar los 20.000 euros. Sin embargo, nadie impide la picaresca: que las obras se eternicen de forma ficticia.

"No dudo que haya gente que hace trampa, pero no es nuestro caso", explica uno de los cinco propietarios del inmueble de Alonso Martínez. "Ha habido unas obras muy complejas y aún no se han acabado. La empresa se ha comprometido a terminar el mes que viene", justifica el dueño, que revela que ingresa por la lona entre 12.000 y 40.000 euros mensuales, "dependiendo del mes y el anunciante". El precio, "ayuda a pagar la obra, pero no la financia", aclara. "Además, no todos los inquilinos están en contra. Hay gente a la que le molesta la lona y el andamio por la inseguridad, pero otros lo han agradecido porque les ha servido de toldo".

Los vecinos, sin embargo, no han escondido su malestar porque cuando firmaron su contrato a finales del año pasado se les prometió que en seis meses ya podrían disfrutar de la vista desde su salón. El dueño, dice, no ha pensado en compensarles. Este periódico también intentó contactar, sin éxito, con el presidente de la comunidad del número 11 de la Puerta del Sol donde hay instaladas dos lonas desde hace aproximadamente un mes.

La práctica comenzó a extenderse hace más de 15 años. Es visible y rentable para los anunciantes que no tienen que pagar un canon elevado como sí han de hacerlo para otros soportes.

También sale rentable a los dueños de los edificios. La comunidad de propietarios paga al Ayuntamiento dos tasas. Una mensual por la ocupación del espacio público con los andamios que, en una calle de máxima categoría, se limita a 9,99 euros por cada metro cuadrado y fracción de hasta tres metros de altura. Y otra fija de 242,75 euros por cada solicitud de colocación de cartel. El pago de este último tributo no tiene en cuenta el tamaño, el número de soportes, la categoría fiscal de la calle o las condiciones de iluminación.

Con estos datos sobre la mesa, en la Concejalía de Hacienda se plantean meter mano en el negocio. Un incremento de la exigua tasa actual por la instalación de publicidad, por la que el año pasado solo se ingresó 155.360 euros, podría disuadir a las comunidades de vecinos de convertir sus viviendas en escaparates y, de paso, aumentar considerablemente la recaudación.

No es la primera vez que Hacienda intenta poner coto a este negocio. Hace 10 años, la Concejalía ya se planteó recuperar el impuesto sobre publicidad, pero tuvo que descartarlo porque dependía de la modificación de la Ley de Haciendas Locales.

También estudió en 2008 la posibilidad que retoma ahora de incrementar la tasa actual, siguiendo el camino de otros Ayuntamientos como el de Collado Villalba o el de Bilbao, pero renunció por las dudas jurídicas que planteaba. De hecho, el Tribunal Supremo, ya había fallado a favor de dos empresas que recurrieron el gravamen impuesto por la instalación de publicidad en los Ayuntamientos de Valencia y Las Palmas de Gran Canaria.

Pero ahora, según el concejal del área, Juan Bravo, la reciente sentencia del alto tribunal que reconoce a los Ayuntamientos la facultad de aplicar un tributo por el aprovechamiento del espacio público de las operadoras de telefonía móvil, le abre la puerta a imponer una tasa "que tenga en cuenta el beneficio económico que obtiene el que se sirve del dominio público".

"Se trata de establecer un mayor equilibrio entre los ingresos que los propietarios perciben de la empresa de publicidad y lo que ingresa el Ayuntamiento", explica Bravo. "En cualquier caso la modificación no busca tanto incrementar la recaudación, sino hacer menos rentable este tipo de prácticas cuando son fraudulentas", añade.

La iniciativa ya está en marcha. Las cifras que maneja el Ayuntamiento son lo suficientemente golosas como para retomar el asunto y conseguir aprobar la modificación en enero.

La modificación de la tasa consistiría, según Bravo, en establecer un coeficiente multiplicador basado en el índice fiscal de la calle. La idea es recaudar un porcentaje equivalente al 25% del beneficio que obtiene el propietario. Es decir, que el dueño de un inmueble que mantiene una lona en su fachada por 100.000 euros mensuales durante seis meses pasaría de tributar 242,75 euros a 150.000. Estas cifras, que solo son aplicables a las zonas más emblemáticas de la capital, estarían sujetas a los estudios económicos que deben realizarse previamente.

Subir la tasa no garantizará el fin de la picaresca. Pero el atractivo negocio de la lona dejará de ser solo para unos pocos.

Azoteas con rótulos publicitarios en la avenida de América.
Azoteas con rótulos publicitarios en la avenida de América.S. SÁNCHEZ

Una lona muy lucrativa

- Los beneficios por exponer un anuncio en un lugar como la Puerta del Sol rondan los 100.000 euros mensuales. El propietario, sin embargo, tiene la última palabra y el precio puede subir.

- El Ayuntamiento cobra dos tasas. Una por la instalación del andamio, establecida en base a la altura y la superficie de acera ocupada. Y otra, de 242,75 euros, por la publicidad. Con la primera, que no depende de la instalación de una lona, se recaudaron el año pasado 5,9 millones de euros. Con el tributo por publicidad, que se quiere incrementar, solo 155.360 euros.

- Si se aprueba la modificación al alza de la tasa, Hacienda

prevé recaudar al menos un 25% de los beneficios que obtiene

la comunidad de propietarios.

- El año pasado se concedió el 80% de las licencias para publicidad de las 800 que se solicitaron.

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Sobre la firma

María Martín
Periodista especializada en la cobertura del fenómeno migratorio en España. Empezó su carrera en EL PAÍS como reportera de información local, pasó por El Mundo y se marchó a Brasil. Allí trabajó en la Folha de S. Paulo, fue parte del equipo fundador de la edición en portugués de EL PAÍS y fue corresponsal desde Río de Janeiro.

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