Un consejero metido a extra

Metan el nombre del consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, en el IMDb (Internet Movie Database), la mayor base de datos de cine, y ¡sorpresa!, verán que ahí tiene su entrada. En el apartado Filmografía aparece una única película: Corazón loco, de 1997. La naturaleza de su participación en el filme queda registrada con un impreciso collaborator. O lo que es lo mismo, extra. Pero alguien debería actualizar la entrada de Beteta en el IMDb, porque el consejero ya tiene una nueva película en su haber.

En la recién estrenada Lope, dirigida por Andrucha Waddington y con Alberto Ammann, Pilar López de Ayala y Leonor Watling como protagonistas, el político tiene un pequeño papel secundario. Forma parte, convenientemente caracterizado, del tribunal que juzga al protagonista, el poeta y dramaturgo del Siglo de Oro Lope de Vega, por los agravios que escribe del pintor Diego Velázquez. El propio Beteta lo contó el viernes pasado en una entrevista en Onda Cero. "Es una escena francamente muy entretenida, con su picaresca y perfectamente bien resuelta", aseguró, según recoge Europa Press.

El político ya participó en los noventa en otro filme y una serie

En una de sus apariciones hizo de consejero e inauguró un parque

La afición del consejero por el cine es bien conocida en su entorno. "Es su hobby", dicen en la Consejería. Y como no es la primera vez que participa en una producción, nadie se ha sorprendido demasiado esta vez. En 1997, cuando era consejero de Hacienda de Ruiz-Gallardón, participó en Corazón loco, película dirigida por Antonio del Real y protagonizada por Juanjo Puig-corbé y Cristina Marcos.

También tuvo, un año antes, un pequeño papel en la serie Juntas, pero no revueltas, con Amparo Baró, Mercedes Sampietro, Mónica Randall y Kiti Manver como protagonistas y dirigida también por Antonio del Real. Fue el primer intento de trasladar a las pantallas españolas el éxito de la serie estadounidense Las chicas de oro. En esa ocasión, hizo de sí mismo, es decir, de consejero. Por exigencias del guión, inauguraba un parque, algo que, según confesó en la entrevista radiofónica, "no tuvo mucho mérito" porque estaba "en su salsa". Un comentarista televisivo escribió en un diario de ámbito nacional, con motivo del capítulo en el que aparecía Beteta: "Un guiño de buen humor que se echa en falta entre la clase política".

Los que trabajan con el consejero empiezan a estar acostumbrados a que su jefe haga sus pinitos en el mundo cinematográfico. "En esta ocasión, al ser la suya una escena sin diálogo, el rodaje duró poco tiempo", decía ayer uno de sus colaboradores. Beteta explicó en la radio su pasión por el cine: "Soy un enamorado del mundo [del cine] por dentro, por fuera, como negocio, como espectáculo y como cultura, por lo que tener la ocasión de poder vivirlo y compartir un rato con actores, productores, lo que no se ve del cine cuando uno se sienta delante de la pantalla, es algo fantástico, espectacular y de agradecer". El productor y guionista, Jordi Gasull, también le echó una flor: "Se portó fenomenal, como un verdadero actor".