Un rótulo ya apagado
La anunció en el último debate sobre el estado de la Nación y el presidente del Gobierno la concretó el 2 de diciembre de 2009, cuando subió a la tribuna del Congreso para presentar pomposamente "la estrategia de la economía sostenible", con la que pretendía impulsar la recuperación de la economía española por una senda de crecimiento equilibrado y generador de empleo. La pieza central de esa estrategia era la Ley de Economía Sostenible (LES) y también nos decía Zapatero que ya en ese momento había signos de reactivación y que era el momento de impulsar reformas.
Ha pasado ya más de seis meses desde aquella fecha en la que veía brotes verdes en nuestra economía, y lo cierto es que hoy España tiene según la última EPA un total de 4.612.700 parados, una tasa de paro del 20,05 %, la más alta de la zona euro. Los datos vienen a expresar en toda su crudeza la auténtica realidad de la situación económica en nuestro país. Hablar de una estrategia de economía sostenible con un horizonte de diez años, sin haber puesto siquiera en vías de solución la situación del empleo es, simple y llanamente, una broma.
La LES no es más que un recetario de medidas heterogéneas, varias veces anunciadas y sin terminar de elaborar, un capítulo más en la serie de planes y remedios ineficaces que lleva aplicando el Gobierno socialista desde hace cuatro años a la economía española, que hasta la fecha lo único que ha conseguido es aumentar descontroladamente el déficit público y endeudar más a los españoles.
Hoy la LES sigue empantanada en el Congreso, una vez más se ha vuelto a ampliar, por séptima vez, el plazo de enmiendas, y todo indica que el Gobierno no sabe qué hacer con este texto que ha quedado desfasado por los acontecimientos y que no está en condiciones de ejercer ninguna influencia apreciable en la triste marcha de la economía.
En su discurso del pasado 2 de diciembre, Mariano Rajoy le decía a Zapatero: "Todo lo que usted nos ofrece no es más que un rótulo luminoso en un solar vacío". Seis meses después, la LES sigue siendo un rótulo, eso sí, apagado y en un solar mucho más vacío por el paso del tiempo y el peso de los acontecimientos.
Celso Delgado Arce es
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