¿Ayudas al cine? ¡Corten!
Cultura reduce de dos millones de euros a un millón y medio la subvención máxima para una película - Se exigirá además que la obra tenga un "carácter cultural"
Las películas españolas necesitarán de una especie de certificado cultural para poder acceder a las ayudas públicas. Otra cosa distinta es qué se entiende exactamente por carácter cultural y quién decidirá sobre qué películas lo llevan en su ADN y cuáles no. Será una comisión bajo el mandato de Ignasi Guardans, director general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA), la que zanje qué películas sí y cuáles no recibirán ayudas del Estado. Una comisión cuya composición es, ahora mismo, un misterio.
Guardans ya ha enviado a los distintos sectores del cine español, para su análisis y consulta, el texto por el que se modifica la orden ministerial que desarrolla las ayudas al cine. Y no es esa referencia al carácter cultural del cine el único cambio importante en la controvertida orden, duramente criticada durante su elaboración por un nutrido grupo de cineastas y suspendida durante dos meses por decisión de la Comisión Europea. Además, el Gobierno anuncia, a través del ICAA, importantes recortes en la cuantía máxima de subvención que puede recibir una película en España.
Los ajustes se enmarcan en el plan de austeridad frente a la crisis
Si hasta ahora los filmes que aspiran a subvenciones por amortización (es decir, a ayudas automáticas según lo recaudado en taquilla) podían recibir un máximo de dos millones de euros, a partir de ahora esta cifra va a sufrir un serio recorte de 500.000 euros. El motivo: el "contexto de austeridad presupuestaria" que rige la actual situación económica en España.
En el texto que propone las modificaciones a la orden ministerial que desarrolla las ayudas públicas contempladas en la Ley del Cine de 2007 y al que ha tenido acceso este periódico, se asegura que la aprobación de estas ayudas se vinculó al compromiso con la Comisión Europea (CE) de introducir en el ordenamiento legislativo español el llamado "test cultural" para que las películas puedan recibir subvenciones y alejarse así de unos criterios exclusivamente industriales.
Según la CE, los Estados miembros deben velar porque todas las producciones que reciban ayudas puedan clasificarse como culturales. Atendiendo a estas razones y aprovechando los cambios de recortes presupuestarios en la citada orden, el ICAA introduce esta obligación del certificado cultural para conseguir las ayudas. Este requisito solo se exigirá a las películas que reciben dinero público por amortización en taquilla y no aquellas que obtienen ayudas sobre proyecto, ya que según el ICAA, estas últimas ya se someten a alguna clase de valoración cultural. También están excluidas de este requisito las coproducciones internacionales.
El certificado cultural deberá acreditar "el carácter cultural de la película, su vinculación a la realidad cultura española o su contribución al enriquecimiento de la diversidad cultural de las obras cinematográficas que se exhiben en España".
La otra modificación significativa en la orden atiende a criterios de recorte presupuestario. Se rebaja en medio millón de euros (de los dos millones actuales a 1,5) la cifra máxima que una película puede recibir por amortización en la taquilla. Lo que habrá que ver es cómo afecta esta importante reducción a las películas ya rodadas y en fase de posproducción y que, dentro de sus presupuestos, contaban con esos dos millones para amortizar las inversiones.
Hay que tener en cuenta que estas ayudas a la amortización no llegan a manos de los productores hasta aproximadamente dos años después del estreno de la película y que con el presupuesto actual del Fondo Nacional de la Cinematografía se están costeando los proyectos de 2008. Este recorte no parece que vaya a ser el último en el sector cinematográfico, ya que los distintos ministerios están estos días analizando cómo se pueden rebajar los presupuestos ante 2011, siguiendo las instrucciones de Hacienda y Economía.
Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España, Pedro Pérez, consultado por este periódico, el recorte que propone el ICAA es fruto de la situación de crisis actual. "En estos momentos, al cine le corresponde contribuir al esfuerzo de recorte al que se va a someter todo el país y por lo tanto no solo asumimos, sino que respaldamos esta primera medida del ICAA". Con respecto al requisito del "carácter cultural" para acceder a las ayudas por taquilla, Pérez considera que es consecuencia de lo que establece Europa con respecto a las subvenciones. "No afecta a los principios por los que hasta ahora se han regido las ayudas en España".
Guardans: "Recorte sí, recortes no"
Ignasi Guardans quiso dejar ayer bien claro que "no se puede hablar de recortes, en plural, sino de un recorte; solo hay un recorte y afectará únicamente a las películas que tengan éxito comercial", explicó el director general del ICAA a este periódico. "¡Ojalá fuera un problema para muchos, porque eso significaría que la taquilla del cine español revienta!", añadió. Sobre el requisito de "carácter cultural" de las películas para que puedan recibir ayudas automáticas, Guardans aseguró que eso "no es un invento" del ICAA, sino de la Comisión Europea. "Europa exige que para acceder a todas las ayudas automáticas en películas que no hayan pasado por algún filtro anterior es necesario tener lo que ellos denominan un test cultural, y esto es algo que ya se aplica en países como Alemania, Italia, Hungría, Reino Unido o Irlanda", añadió el director del ICAA, que anunció que próximamente se publicará una serie de criterios concretos y objetivos a partir de los cuales poder obtener el certificado cultural.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.