La hija de Millán-Astray recurre la retirada de la estatua de su padre
Alega que la efigie de A Coruña no homenajea al franquismo sino a la Legión
Mañana, día 1 de enero, se cumplirán 56 años de la muerte del golpista Millán-Astray, fundador de la Legión española y activo colaborador de Franco, y arrecia más que nunca la polémica por la retirada de la gigante estatua de cuerpo entero que preside desde hace justo cuatro décadas una pequeña plaza del centro de A Coruña. La única hija del general, Peregrina Millán-Astray y Gasset, presentó en el último día de plazo un recurso de reposición ante el Ayuntamiento coruñés contra el acuerdo municipal para retirar la controvertida efigie. "No me gusta llegar a este extremo, quería alcanzar una solución por consenso y acuerdo", explicó ayer la heredera en conversación con este diario, "pero no me quedó otro remedio y llegaré hasta donde haga falta y marque la ley", advirtió en referencia a su intención de acudir a los tribunales si es necesario y no prosperan, como teme, sus alegaciones administrativas.
El Ayuntamiento no contestó a su idea de donar el monumento a los legionarios
"Llegaré hasta donde haga falta y marque la ley", dice Peregrina Millán-Astray
No es tanto la retirada de la estatua de la vía pública, en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica, lo que molesta a Peregrina Millán-Astray sino el absoluto silencio que guardó el Ayuntamiento y su alcalde, el socialista Javier Losada, ante su "oferta de consenso". A punto de cumplir 68 años, la mujer residente en la localidad madrileña de El Escorial hizo todas las gestiones con la Legión para que acepte recibir en donación la efigie de su padre para que se conserve en sus acuartelamientos.
Hace menos de un mes, cuando se enteró del acuerdo municipal para suprimir, junto a otro medio centenar de símbolos franquistas que pululan en la ciudad, el armatoste de la pequeña plaza que también lleva el nombre de su padre, la hija del militar envió un fax al regidor en el que le ofrecía, "antes de presentar un recurso", llegar "a un acuerdo" y reunirse para "buscar una solución digna" tanto para "la memoria" de su padre, "para la Legión y para esa gran ciudad".
Peregrina, tras asegurarse de que aceptaría la estatua el cuerpo fundado en 1920 por Millán-Astray (A Coruña 1879-Madrid, 1954), pretendía proponer al Ayuntamiento, que planea trasladar a un museo militar la polémica estatua de tres metros de alto, que la donase a la Legión en vez de proceder a su retirada "con nocturnidad y alevosía". "Hubiera sido una solución idónea para todos", reseña la descendiente del militar, "para la ciudad, que así se quitaba de encima un símbolo que le incómoda; para la Legión; y para la memoria" de su padre. "Pero no me dejaron explicarme, no ha habido manera de dialogar y que me diesen una audiencia para llegar a un entendimiento", se queja, indignada por la aséptica respuesta por escrito del Ayuntamiento a su oferta.
En una carta firmada por el teniente de alcalde González-Garcés y fechada el pasado 14 de diciembre, el Gobierno local de A Coruña se limita, sin más explicaciones, a citar la Ley de Memoria Histórica para justificar la retirada de la estatua. "Se fueron por los cerros de Úbeda con una carta ridícula y absurda, es una respuesta un poco torpe y cobarde", lamenta Peregrina Millán-Astray. "Apenada", añade que a ella, que se define "bastante moderna", no le gusta "pelear". Y menos cuando su padre rechazaba sistemáticamente cualquier honor, y aún más si se trataba de inmortalizar su efigie con un monumento como el que preside la pequeña plaza de A Coruña. "Decía que las estatuas sólo servían para que se cagasen encima las palomas", destaca.
En su recurso de reposición presentado ante el Ayuntamiento, Peregrina Millán-Astray pide la nulidad del acuerdo municipal por haberse incurrido el trámite, ya revocado hace 15 días en el reglamento local de Honores, de dar "audiencia a los interesados o sus sucesores". Alega, además, que la Ley de la Memoria Histórica, que prohíbe "la exaltación de la sublevación militar de 1936, la Guerra Civil y la posterior represión de la dictadura" franquista, no es de aplicación en el caso de Millán-Astray porque la estatua fue levantada por el Ayuntamiento en 1970 no por su activismo golpista, sino "exclusivamente, como consta en una placa" para rendir homenaje al fundador de la Legión, "un cuerpo en activo integrado en las Fuerzas Armadas" en el 50 aniversario de su muerte. La hija del militar destaca además que los títulos de hijo predilecto de A Coruña fueron concedidos en 1922 y 1923, mucho antes de la Guerra Civil.
Similares argumentos son aducidos por la Asociación de Veteranos de la Legión en A Coruña, que también recurrió la retirada de la estatua. Vicente Fernández, presidente del colectivo, asegura que si logran reunir los medios económicos necesarios acudirá a los tribunales para defender una efigie con "incontestable valor histórico, político y artístico", afirma. Para estos veteranos del cuerpo, la intención del Ayuntamiento de trasladar el monumento a un museo, aprovechando la reforma urbanística del entorno en el que está levantada, es "un fraude de ley y un abuso de poder". "Tienen que mantenerla hasta que haya una resolución firme de un tribunal", reclama Fernández.
Los recursos de la hija de Millán-Astray y de los veteranos de la Legión se suman a otros presentados por el propio PP de A Coruña y por descendientes de otros dos colaboradores de Franco contra la retirada de la simbología franquista que pulula en la capital. La hija del teniente coronel Jesús Teijeiro Pérez ya dio el paso de presentar una denuncia judicial contra la supresión de su nombre en una calle.
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