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India y EE UU sellan una nueva alianza

Washington construirá dos plantas nucleares y venderá aviones de combate - Nueva Delhi rechaza reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero

India y Estados Unidos dieron ayer un paso de gigante en el acercamiento entre ambos países, que quedaron vinculados por tres importantes acuerdos en materia militar, espacial y científica. Los jefes de la diplomacia de las dos naciones, S.M. Krishna y Hillary Clinton, durante la visita de ésta a Nueva Delhi, estamparon su firma en un pacto que facilitará la modernización del Ejército indio y permitirá a Washington supervisar el uso final de la tecnología que transfiera a esta potencia emergente asiática e impedir cualquier filtración a otro país.

Tras el pacto nuclear alcanzado por la pasada Administración Bush, la Casa Blanca descongela ahora un embargo de armas que duraba más de 30 años, desde el tiempo en que India probaba sus primeras armas nucleares con Indira Gandhi. Estados Unidos proporciona así una gran ayuda a las compañías norteamericanas, como Lockheed Marting y Boeing, para competir en el prometedor mercado indio. Nueva Delhi planea adquirir en los próximos cinco años 126 aviones de combate. Pero estos avanzados aviones representan sólo una tercera parte del gasto de al menos 30.000 millones de dólares (21.000 millones de euros) que Nueva Delhi prevé destinar hasta 2014 a modernizar el equipamiento de sus fuerzas armadas, cuyo armamento procede en buena parte de la extinta Unión Soviética. En la actualidad, su proveedor principal sigue siendo Moscú, que acapara el 70%, seguido de Israel.

Se ha logrado "un acercamiento estratégico integral", afirma Clinton

En una conferencia de prensa conjunta al final de su primera visita oficial a India, de cinco días de duración, Clinton afirmó que se había conseguido un "acercamiento estratégico integral". La secretaria de Estado anunció también que se han elegido dos lugares para la construcción por empresas estadounidenses de sendas centrales nucleares. Estos proyectos representan unos 10.000 millones de dólares, una golosa cifra en tiempos de crisis. De ahí que Clinton no haya tenido en cuenta las críticas de los grupos pacifistas, que le exigían que presionara a India para que firme el tratado de no proliferación nuclear.

Varias empresas europeas y rusas pretenden también hacerse al menos con una parte de la jugosa tarta que se cocina en India. No sólo para construir centrales nucleares sino también para renovar los cazas. Rusia ha presentado sus MiG-35; Francia compite con compañía Dassault Rafale; Suecia, con el Saab JASD-39 Gripen, y Reino Unido, Alemania, Italia y España, con el Eurofighter Typhoon, informa Reuters.

A su paso por la capital financiera de India, Bombay (rebautizada Mumbai), que sufrió en noviembre pasado una cadena de atentados terroristas que dejaron más de 170 muertos, Clinton abogó por un acercamiento entre India y Pakistán. Ambos países, enemigos históricos y poseedores de armamento nuclear, atraviesan por un nuevo periodo de tensión, ya que Nueva Delhi acusa a Islamabad de la matanza.

De acuerdo con los analistas, Estados Unidos está interesado en la mejora de las relaciones entre los dos vecinos, para favorecer que Islamabad se concentre en la lucha contra los talibanes. A la influencia de Washington se atribuye que la semana pasada, en El Cairo, se reunieran los primeros ministros de India y Pakistán e, inusualmente, se dejaran ver juntos y sonrientes ante las cámaras de televisión.

En lo que respecta al medio ambiente, los grupos ecologistas se llevaron un gran revés con la aceptación explícita por parte de Hillary Clinton de que no presionará a India para que establezca un límite a sus emisiones de carbono. "Estados Unidos no hará nada que limite el progreso económico de India. Creemos que su progreso es en interés de todos, no sólo de los indios", aseguró Clinton. Antes había escuchado el ya conocido discurso indio, esta vez en boca del ministro de Medio Ambiente, Jairam Ramesh, sobre que el país, que vive un intenso crecimiento económico, no está dispuesto a comprometerlo. Y menos cuando los responsables del cambio climático son los países desarrollados, encabezados por EE UU.

Clinton se reunió, además de con su homólogo, con los máximos líderes indios, entre ellos el primer ministro, Manmohan Singh; la presidenta del gobernante Partido del Congreso, Sonia Gandhi, y el líder de la oposición nacionalista hindú, Lal Krishna Advani.

Los analistas han visto en la visita un "claro coqueteo" de Estados Unidos con India, como su nuevo y gran aliado en la región.

La presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi (derecha), recibe en su residencia de Nueva Delhi a Hillary Clinton.
La presidenta del Partido del Congreso, Sonia Gandhi (derecha), recibe en su residencia de Nueva Delhi a Hillary Clinton.AP

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