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Recuperadas 15.000 piezas arqueológicas en Cataluña

José Ángel Montañés

"Los detectores de metal son armas peligrosísimas para el patrimonio arqueológico", afirmó Gemma Hernández, responsable del Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat de Cataluña, al contemplar las 15.000 piezas que entregaron ayer los Mossos d'Esquadra al Museo de Arqueología de Catalunya (MAC). Fueron arrancadas de la tierra con uno de estos aparatos, lo que impide saber cuál es su procedencia exacta y qué restos arqueológicos las acompañaron durante siglos.

El material -fragmentos cerámicos y objetos metálicos como fíbulas, cuchillos, herramientas y, sobre todo, monedas íberas, romanas y medievales (también hay piezas del siglo XX y proyectiles de la Guerra Civil)- ingresaron en el MAC para que dos técnicos puedan determinar su valor y su datación. Del resultado de su trabajo dependerá la gravedad de los cargos que pueda imputar la fiscalía a las ocho personas detenidas por los mossos en enero (siete en Cataluña y una en Albacete) acusadas de robo, contrabando y receptación de material arqueológico.

Tesoros piratas

La investigación empezó en mayo de 2008 al saber que se vendía en Internet material bajo la denominación de "tesoros piratas" de procedencia ilícita. Un año de trabajo permitió a la policía identificar al titular de esta tienda y a las personas que presuntamente se dedicaban a expoliar, con ayuda de detectores de metales, en iglesias, castillos y yacimientos de diferentes localidades de Lleida y Barcelona. "Los detenidos expoliaban lugares protegidos, estaban perfectamente organizados y eran conscientes que estaban llevando a cabo una actividad ilícita", según el inspector Toni Mariscal, encargado de entregar el material en depósito. Según Mariscal, el responsable de la tienda "tenía previsto abandonar su empleo y dedicarse en exclusiva al expolio tras ingresar unos 70.000 euros por la venta de piezas que fueron compradas desde Nueva Zelanda, Estados Unidos y Alemania".

En España no está prohibido utilizar un detector de metales - y sólo Andalucía obliga a que sus propietarios se registren- por lo que es difícil controlar su uso. Por eso, Hernández pidió "a todos los que tengan la intención de adquirir un detector de metales para buscar material arqueológico que sean conscientes de que es una actividad ilegal".

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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