Del peligro de las aves a la amenaza de los cerdos
Hace seis años, el mundo empezó a preparase ante una amenaza. Una nueva forma del virus de la gripe hacía estragos en las granjas avícolas del sureste de Asia, y, lo que era peor, en algunos casos se transmitía a los seres humanos. Las primeras cifras no eran escalofriantes: entre finales de 2003 y 2004 hubo 50 casos de transmisión del virus a humanos. De ellos, 36 veces el resultado fue la muerte de los afectados. Los números eran bajos, pero abrían la puerta a una pandemia. Sólo faltaba que el virus, el H5N1, adquiriera una propiedad: la capacidad de transmitirse entre personas. Al final, parece que esto no ha sucedido. Aunque ha habido algunos focos (clusters en lenguaje de los epidemiólogos) de transmisión entre miembros de una misma familia, parece que esta capacidad no se ha generalizado. Desde 2003 hasta ayer, la OMS ha registrado 421 casos de gripe aviar en humanos, de los que han fallecido 275.
Sólo en España, la gripe común causa directamente unas 70 muertes al año. En el mundo, una temporada normal causa un millón de fallecimientos cada año. ¿Estaba justificada la alerta? Los epidemiólogos creen que sí. La gripe tiene picos epidémicos cada 25 años, más o menos. Y la última gran mortandad ocurrió en 1968. Así que ya toca. "Cada año que pasa queda uno menos para la próxima pandemia", se hartó de repetir el anterior director general de Salud Pública Manuel Oñorbe.
Nuevos candidatos
Lo que ningún experto podía prever era si la epidemia la iba a causar el H5N1 que atacaba a las aves, u otra variante. Y ahora ha surgido otro candidato: el H1N1 porcino. También es plausible. Cerdos, gallinas y personas forman el combinado perfecto para incubar una epidemia. Se supone que la vía para conseguir un patógeno perfecto empieza en las aves, pasa por los cerdos (cuyo sistema inmunológico es muy parecido al de los humanos). Y, de ahí, a expandirse entre las personas. Algo que podría haber ocurrido.
La ventaja del H1N1 es que es más habitual (de hecho, la gripe del pasado invierno estaba causada por un virus de ese tipo). Además, se puede atacar con Tamiflu. La desventaja es que parece que se transmite más fácilmente entre personas. Falta por ver si las víctimas mexicanas (20 confirmadas, casi 100 posibles) lo fueron por la agresividad del virus o por deficiencias del sistema sanitario.
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