Amor y mentiras en Buchenwald
Cancelada en EE UU la publicación de un libro sobre el idilio de una pareja en un campo nazi al descubrirse que la historia es falsa - El autor deberá devolver el dinero
Un nuevo escándalo sobre memorias falsas enturbia el mundo del libro. El pasado sábado Berkley Books, una filial del grupo editorial Penguin, anunció la cancelación de Angel at the fence (Ángel en la alambrada), un libro de memorias sobre el Holocausto nazi escrito por Herman Rosenblat que ha resultado ser pura imaginación y que se preparaba como uno de los grandes lanzamientos editoriales en Estados Unidos para el Día de los Enamorados.
Rosenblat, superviviente real del campo de concentración de Buchenwald, llevaba más de una década paseando por la televisión y la prensa norteamericanas una historia de amor tan increíble como maravillosa que terminó transformando en un libro y sobre la que ya se estaba preparando una película. Este polaco de casi 70 años aseguraba que tras ser deportado a Schlieben, una subdivisión de Buchenwald, una niña cristiana le entregó una manzana a diario a través de la valla durante siete meses y que gracias a ella pudo sobrevivir. Quince años más tarde, el azar quiso que en una cita a ciegas organizada por un amigo común en Nueva York, ambos se volvieran a encontrar. En aquel primer encuentro, y al hablar sobre sus experiencias como supervivientes del Holocausto, Roma Radziki y Herman Rosenblat entendieron que sus destinos se habían cruzado años atrás. "Yo salvé a un niño dándole manzanas a través de la valla", le dijo ella. "¿Llevaba trapos en los pies en lugar de zapatos?", le preguntó él. Ella contestó que sí. "Ese niño era yo", le dijo él. El reencuentro se selló con boda y ahora, más de 50 años después, el libro iba a dejar su historia sellada para siempre en la literatura y en el cine.
Rosenblat hizo tragar la falacia a la estrella televisiva Oprah Winfrey
El problema, según admitió hace tres días el propio Rosenblat a través de su agente, es que esa excepcional historia de amor era un cuento chino. Fue un artículo publicado la semana pasada en la revista estadounidense The New Republic la que hizo saltar la liebre, ya que si hay un lobby al que es difícil engañar ése es el de los supervivientes del Holocausto nazi, siempre alerta ante impostores por el daño que hacen a la reputación de la persecución judía, cuestionada más de una vez.
The New Republic entrevistó a diferentes historiadores y expertos en el tema y todos cuestionaron la veracidad del relato de Rosenblat, incluidos algunos de sus familiares. La inexistencia de una alambrada en Buchenwald como la que describía en su relato convertía en imposible su historia, clamaba la revista. Y, además, Roma Radzki pasó la guerra escondida a más de 300 kilómetros de distancia de aquel campo de concentración.
Primero, Berkley Books emitió un comunicado respaldando la veracidad de las memorias, pero el pasado sábado claudicó, anunció que no editaría el libro y que le reclamaría a su autor el adelanto de 50.000 dólares que le había entregado. Lo curioso es que la industria editorial, que ha sido víctima de mentiras similares en los últimos años, sólo se limitó a ver el potencial comercial de la historia y ni el agente de Rosenblat, Andrea Hurst, ni la editorial Berkley Books se preocuparon en contrastar esta fábula que la todopoderosa Oprah Winfrey, emperatriz de la sobremesa televisiva estadounidense, había vendido en su programa como "la mejor historia de amor que he contado en 22 años".
Fue ella quien catapultó a los Rosenblat al estrellato en 1996. En su página web aún pueden leerse los halagos que Oprah les prodigó entonces: "Vosotros sois la bonita metáfora de lo que el amor puede llegar a ser". Winfrey, cuyo club del libro multiplica las ventas de cualquier título, fue también la estrepitosa víctima hace tres años de otro libro mentiroso, En mil pedazos, de James Frey. Tras alabarlo en 2005 y convertirlo en best-seller, una investigación periodística reveló que aquellas memorias de adicto a varias sustancias y de vida criminal tampoco eran ciertas. La editorial Random House tuvo que cambiar la etiqueta de "memorias" por la de "novela".
Otro caso sonado reciente fue el de Misha Defonseca, una autora belga que llevaba haciendo caja desde 1997 con su libro de memorias sobre el Holocausto Conviviendo con lobos y que el pasado febrero admitió que el libro era pura ficción.
Más bulos literarios
- James Frey. Su libro A million little pieces, memorias de un adicto al alcohol y a las drogas, era un bulo. Curiosamente, se forró con su siguiente libro.
- Margaret Seltzer. Love and consequences, sobre su vida en un gang de Los Ángeles, fue retirado por falso.
- JT Leroy. La novela autobiográfica sobre su vida de chapero resultó ser un fraude: la autora era mujer, Laura Albert.
Babelia
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