La única comunidad autónoma sin elecciones sindicales

La regulación normativa de la agricultura no ayuda a buscar salidas a la crisis. Desde hace 15 años el sector reivindica una ley de política agraria y en este tiempo ha habido media docena de borradores sin concretarse en nada. Hace dos semanas llegó al Parlamento un documento para que se abra el debate, aunque las discrepancias persisten. Por ejemplo, que en el borrador no se contemplen las elecciones sindicales en el sector, una carencia que convierte a Euskadi en la única comunidad autónoma sin comicios en la agricultura.

La consejería plantea, sin embargo, que la representatividad se realice en función de los afiliados a sindicatos y la gran cantidad de asociaciones existente. "Es como si dijeran que en el Parlamento los representantes fueran en función de los afiliados de cada partido políticos. No es serio", asegura Andoni García. El documento se abordó el martes pasado en la reunión del CES (Consejo Económico y Social), que debe emitir un informe al Parlamento, y los representantes de EHNE reclamaron las elecciones "como la fórmula más transparente para que los productores elijan a sus representantes".

La normativa pretende dar un cuerpo jurídico a la actividad agraria y definir el tipo de agricultura para el futuro así como abordar la ordenación territorial para los usos agrarios.

El parlamentario socialista José Luis Anda indica que la normativa es "muy descafeinada" y lo delega todo en el desarrollo del reglamento.

"Está plagada de buenas intenciones sin ninguna concreción y habla de buenas prácticas agrícolas y de gestión de los alimentos, lo que ya existe incluso en el ámbito de la normativa comunitaria", recalca un experto, quien opina que servirá para "aumentar los funcionarios" al contemplar comités o consejos asesores y reguladores. Uno de los temas de la normativa es el del suelo, otro motivo de polémica. "El suelo agrario está cautivo por falta de instrumentos de ordenación y siempre que un propietario tenga la expectativa de vender para recalificar, no hay nada que hacer. Ahora habrá más de 20.000 hectáreas infrautilizadas pero con expectativas de recalificación. Hay que recordar que hay 600 viviendas construidas sólo en Vizcaya en los últimos cuatros años como ligadas a la explotación agrícola. Si se hubieran incorporado al sector, se habría salvado la continuidad pero era una tapadera para poder hacer esos chalés", dice un técnico.

El Gobierno no cree que haya especulación, sino que no se arrienda "porque prefieren cobrar las ayudas y cultivar la tierra directa o indirectamente".