Teatro para buscar 'niños perdidos'

Imagínese que un día le asaltan las dudas y no sabe si sus padres son sus verdaderos padres o le secuestraron, simplemente, durante la dictadura, cambiando su vida para siempre. Imagínese que acude a ver una obra de teatro sobre la identidad, sus dudas crecen, y al final descubre que es uno de aquellos niños desaparecidos. Podría tratarse de Argentina o España, con las mismas estrategias de terror para robar los hijos de las presas políticas.

Historias como éstas a veces tienen final feliz y algunos niños perdidos han descubierto sus orígenes acercándose a los ciclos de teatro por la identidad que promueven las Abuelas de la Plaza de Mayo. El teatro Alfil acogerá hasta el próximo 27 de octubre, cada lunes a partir de las 19.30 con entrada gratuita, el IV Ciclo de Teatro x la Identidad, que reflexiona sobre esa recuperación de la memoria en ambos países, a través de textos y actores españoles y argentinos que, como los escenógrafos, técnicos y directores, actuarán de forma altruista en nombre de la memoria.

"Empezamos hace ocho años para explicar a los jóvenes su historia"

"Las Abuelas empezamos este tipo de teatro hace ocho años para explicar a nuestros jóvenes parte de su historia que apenas conocían. Que esta cuarta edición del ciclo teatral comience en Madrid con una obra sobre la memoria histórica española demuestra que también aquí hubo muchos niños desaparecidos. Igual que los huesos hablan y nos dicen qué pasó con ellos, los niños hablan desde su sangre. No olvidemos que los tiranos no pueden cambiar esa herencia de padres y ancestros", señaló ayer Estela Barnes de Carlotto, presidenta de la asociación de las Abuelas, durante la presentación del ciclo.

Su organización calcula que en España residen actualmente 30 de aquellos niños secuestrados por la dictadura argentina, que podrían haber emigrado con sus padres postizos, o bien llegar acuciados por la crisis económica de 2001. "Cuando se secuestra a un niño argentino, no es un niño argentino, sino un niño del mundo. Nuestra lucha empezó una noche de soledad y terror, pero podemos decir que el pueblo nunca bajó las manos y que la paz sin verdad ni justicia no sirve de nada", añadió la representante argentina, emocionada ante esta muestra teatral de solidaridad española. La Red del Teatro por la Identidad cuenta con otras sedes en Barcelona y París, aparte de numerosas salas a lo largo y ancho de Argentina, que sirven de punto de encuentro para jóvenes con "dudas" sobre su pasado.

El ciclo teatral del Alfil se inició ayer con la obra Terror y miseria en el primer franquismo, de José Sanchís Sinisterra, como ejemplo de teatro por la memoria que vio la luz a finales de los años setenta, cuando nadie se preocupaba por la memoria histórica. "La sociedad española debería aprender de la argentina, donde sí se ha hecho un esfuerzo por pedir justicia mientras aquí todavía se debate si la Audiencia Nacional se encarga del tema", argumentó Emilio Silva, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que ha colaborado activamente en la organización de este festival de teatro, junto a otras entidades como Sodepaz, H.I.J.O.S. o Amnistía Internacional.

Los próximos lunes se subirán a escena las obras Los niños de Morelia (día 13), dirigida por Mauricio Giménez y centrada en los menores acogidos por el Gobierno mexicano durante la Guerra Civil española; Una buena afeitada (a continuación, el mismo día 13), por Javier Hernández-Simón, que plantea la pregunta "¿Quiénes somos?"; Hijo de la dictadura argentina (día 20), texto de las dramaturgas argentinas Lucila Teste y Arià Clotet, y a continuación una versión libre de Esclava del alma, dirigida por Yayo Cáceres, sobre el miedo a la prueba de ADN para averiguar la identidad; Una buena afeitada y Esclava del alma se repetirán como colofón al ciclo el 27 de octubre.

Más información: www.teatroxlaidentidad.net