Putin promete convertir a Rusia en una superpotencia económica
El nuevo primer ministro afirma que el país superará a Reino Unido este año
Vladímir Putin fue confirmado ayer por la Duma Estatal (cámara baja del Parlamento) como jefe de Gobierno de Rusia tras presentar un programa económico de corte liberal en el que prevé amplias reducciones de impuestos para estimular al empresariado y fomentar el bienestar social. Las rebajas fiscales serán sometidas al Parlamento para su legislación este mismo año y beneficiarán especialmente a las compañías energéticas, motor de la economía nacional.
Medvédev admite que su predecesor tiene planes para gobernar hasta 2020
Putin se ha fijado objetivos muy ambiciosos, que pretenden convertir a Rusia en una gran potencia económica: entre ellos, aventajar este mismo año a Reino Unido por Producto Interior Bruto y situarse en el sexto lugar del mundo. Con un PIB superior a los 2 billones de dólares, Rusia está hoy detrás de Estados Unidos, China, Japón, India, Alemania y Reino Unido. En el horizonte está incluso superar el volumen de la economía alemana y convertirse en la más importante de Europa en 2020.
"Vladímir Vladimirovich no requiere mayor recomendación. Sobre sus espaldas tiene dos mandatos presidenciales". Con estas palabras, Dmitri Medvédev, presidente de Rusia desde el día anterior, proponía ayer a Putin para el cargo de primer ministro, que ya había desempeñado de agosto a diciembre de 1999. A su favor votaron 392 de los 448 diputados de la Cámara, incluidos los seguidores del populista Vladímir Zhirinovski. Salvo los comunistas, todos apoyaron a Putin.
El apoyo al candidato fue el mayor brindado por la Duma a un jefe de Gobierno ruso desde la desintegración de la Unión Soviética. Gran protagonista de la jornada, Putin empleó cerca de 45 minutos en exponer su programa (en lugar de los 15 que le reservaba el orden del día) y se concentró en temas socioeconómicos. Medvédev se limitó a exaltar a su mentor y a reafirmar la solidez de sus relaciones. "No creo que nadie tenga dudas de que nuestro tándem, nuestra colaboración se fortalecerá", señaló. Medvédev puntualizó que la estrategia para el desarrollo de Rusia hasta el 2020 ha sido elaborada bajo la dirección de Putin.
Refiriéndose a las rebajas fiscales, Putin manifestó que éstas suponen un "importante estímulo para formar un clima de negocios favorable". "Esperamos que el empresariado responda legalizando la economía sumergida", afirmó, y esbozó la posibilidad de ulteriores medidas para crear "estímulos suplementarios para el desarrollo económico del país". También prometió a sus conciudadanos "la máxima exención posible de la carga fiscal" para los gastos de educación, salud, pensiones y pago de créditos hipotecarios.
Putin formuló el objetivo de reducir la inflación a menos del 10% en "los próximos años". En 2007, fue del 11,9% y llegó a un 14,5% para los sectores más vulnerables, teniendo en cuenta su estructura de consumo. Putin reconoció que en los cuatro primeros meses de 2008 los precios han subido ya el 6,3%.
Como medida para luchar contra la subida de los precios, Putin propuso desarrollar la agricultura y enumeró subvenciones y medidas de apoyo por valor de decenas de miles de millones de rublos, que se destinarán a ese sector. Afirmó Putin que era necesario proteger el mercado de bienes de consumo rusos de "las oscilaciones bruscas de los precios en el mundo".
El candidato salió al paso de los comunistas, que le acusaban de haber subido las tarifas de los monopolios y afirmó que la solución no está en pedir paciencia a los ferroviarios en huelga ni en repartirles los recursos destinados a otros fines. Parte de la plantilla de los ferrocarriles rusos ha estado en huelga recientemente para reclamar subidas salariales.
En lo que a sueldos se refiere, Putin prometió la subida del sueldo mínimo a partir del 1 de enero de 2009 hasta 4.330 rublos (118 euros), una cantidad correspondiente al mínimo vital del cuarto trimestre de 2007.
Refiriéndose a las Fuerzas Armadas, Putin señaló que los militares están muy mal pagados y prometió dar 25.000 millones de rublos en 2009 para apoyar a distintos cuerpos en activo, en submarinos, bombarderos estratégicos, sistema de defensa antiaérea y unidades de misiles estratégicos. El apoyo al Ejército y la flota, señaló, es "una prioridad incondicional".
Putin exhortó a definir cuál debe ser la envergadura, objetivos y estructura del sector estatal en Rusia, pero no explicó la política emprendida bajo su mandato de agrupar diversas ramas de la industria en grandes corporaciones estatales. Estas corporaciones, dependientes del Ejecutivo, están regidas por leyes cortadas a medida. La corporación destinada a la construcción de aviones será una de las primeras del mundo en 2025, afirmó.
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