"España deberá proteger el genoma de los españoles"
Venter minimiza el peligro de los avances en genética
"Es importante aprobar leyes sobre el genoma; España deberá legislar para proteger a sus ciudadanos", aseguró ayer el científico Craig Venter (Salt Lake City, EE UU, 1946), el primer impulsor del Proyecto Genoma Humano. En una conversación con EL PAÍS, Venter da su opinión sobre las connotaciones éticas de que los datos genéticos de una persona sirvan para discriminarla en un puesto de trabajo, predisponerla a ser sospechosa de un crimen o para que una aseguradora no le dé cobertura: "En Estados Unidos ya están legislando sobre la información del genoma de las personas. Cada país deberá arbitrar sus propias leyes".
El primer ser vivo con ADN montado artificialmente estará en un año
El genetista estadounidense anunció durante su visita a Valencia para recoger el premio de la Cátedra Grisolía 2008 que el primer organismo vivo que se creará construyendo su ADN artificialmente estará listo en un año. Pero puntualiza que las aplicaciones prácticas de esta técnica tardarán un poco más. "Lo realmente importante es que podemos escribir el código genético de una forma digital en el ordenador. Luego podemos hacer un cromosoma completo y activarlo".
Venter, curtido por el sol, corpulento y jovial, describe con sus proyectos sus inquietudes. "Lo más importante es superar el daño que estamos haciendo a nuestro propio medio. Por lo tanto, estamos diseñando organismos que puedan hacer combustible a partir de azúcar; quizá estén listos en un periodo de dos a cinco años". ¿Y estarán siempre confinados? "Estarán diseñados para no poder sobrevivir en la naturaleza".
Su campo está avanzando rápidamente, pero harán falta más innovaciones. Y han ofrecido un premio de 10 millones de dólares para el científico que desarrolle la tecnología que permita transcribir el genotipo de miles de personas en poco tiempo y a un coste muy barato (la transcripción de su propio genoma llevó tres años y costó 100 millones de dólares). El objetivo: conocer cómo se relaciona el genoma conocido de los seres humanos con sus características físicas, sus potencialidades y riesgos, es decir, su fenotipo. "Es la única manera que tenemos de asociar el genoma con patologías y riesgos".
Descubrir que el genotipo no es uniforme, que sufre delecciones de secuencias de ADN, repeticiones, y hasta duplicación o ausencia de genes enteros, supuso la confirmación de "la gran variabilidad de la especie humana. En 1999 se pensaba que las variaciones entre dos individuos eran de uno de cada 1.000 pares de bases, ahora sabemos que están en tres de cada 100; somos aún más únicos de lo que creíamos, es una buena noticia para la humanidad".
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