"Puede pasar cualquier cosa"

"La gente está muy, muy nerviosa. Pueden pasar muchas cosas y ninguna será buena". El presidente de la Federación de Cofradías de Vizcaya, Iñaki Zabaleta, lanzó ayer esta dura advertencia ante la posibilidad de que el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino no abone este año a los pescadores del Cantábrico las ayudas para compensar la veda de la anchoa.

Y es que en los últimos días las informaciones han sido un tanto confusas. Zabaleta aseguró que el pasado martes, un día después de que se reuniesen en Madrid representantes del ministerio que dirige Elena Espinosa y de los cuatro gobiernos autónomos del Cantábrico, se les comunicó desde el propio Ejecutivo central que no disponía de fondos para hacerse cargo de las ayudas por la parada biológica de la anchoa.

Los 'arrantzales' se encuentran "muy cabreados y nerviosos"

Sin embargo, fuentes del ministerio confirmaron ayer mismo a este periódico que esa cita se celebró con el objeto de "empezar a estudiar los mecanismos de financiación de esa parada". "Habrá ayudas", afirmaron dichas fuentes, aunque no concretaron de dónde saldrá el dinero. E insistieron en que habrá más reuniones con las comunidades autónomas para buscar las citadas fórmulas. El Departamento de Agricultura, Pesca y Alimentación no se pronunció ayer al respecto.

El caso es que, ante este desconcierto, la Interfederativa de Cofradías de Pescadores del Cantábrico se reunió ayer en Santander para analizar la situación y decidió reclamar "una reunión urgente" con la ministra Espinosa para aclarar si van a cobrar o no las ayudas. "Vamos a mandar la petición hoy mismo por fax para que el lunes la tengan sobre la mesa", apuntó el presidente de los arrantzales vizcaínos.

Tras la cita, a la que acudieron los máximos representantes del sector de Asturias, Cantabria y Vizcaya, Zabaleta insistió en que los pescadores están "muy cabreados y nerviosos". "Si el Consejo de Ministros [europeo] ha cerrado la pesquería [de la anchoa], entendemos que debe haber ayudas. Y si no, que nos dejen salir a la mar, porque de algo tendremos que vivir", subrayó.

"Puestos a morir, igual es mejor morir matando", añadió muy enojado. Hasta tener respuesta del ministerio, los presidentes de las cofradías solicitaron a los 220 barcos del Cantábrico afectados por la veda que sigan amarrados, situación en la que se hallan desde el pasado 25 de abril. También se dirigieron a las lonjas para que no compren la anchoa que pudiera vender alguna embarcación.