Nuevos informes determinarán en junio la situación de la especie

Con el objetivo de recuperar la especie, la pesquería de la anchoa lleva prácticamente cerrada desde mediados de 2005 en el Golfo de Vizcaya. Más o menos convencidos, los pescadores del Cantábrico han venido respaldando la veda, un apoyo que se rompió el pasado mes de diciembre, cuando la Unión Europea decidió la última parada biológica haciéndose eco de las recomendaciones científicas. El sector alegó que atraviesa una situación económica "insostenible" y reclamó sin éxito la reapertura de la pesquería.

La veda se prolongará ahora hasta el próximo mes de junio. Se conocerán entonces o en julio los nuevos informes científicos, los correspondientes a los estudios de primavera, que determinarán cómo se encuentra la biomasa de la anchoa en el caladero del Golfo de Vizcaya. Según su resultado, el Consejo de Ministros de Pesca de la UE deberá decidir si continúa o no con el cierre de la pesquería.

"La cosa debe estar bastante mal", comentó ayer el presidente de la Federación de Cofradías de Vizcaya, Iñaki Zabaleta, quien tiene previsto hablar con su homólogo en Guipúzcoa, Eugenio Elduayen, que acaba de sustituir en el cargo a Jaime Tejedor, para intercambiar impresiones y comunicarle el resultado de la reunión mantenida ayer en Santander.

La Federación de Cofradías de Guipúzcoa fue expulsada de la Interfederativa de Cofradías del Cantábrico a raíz de la polémica mantenida con el resto de las flotas por las cuotas de verdel. Elduayen ya ha anunciado que uno de sus retos es tratar de reintegrarse a ese órgano. De momento, la junta rectora de la federación guipuzcoana se reunirá el martes para hablar de las ayudas por la veda.