México afronta su reforma energética

Un grupo de 17 senadores y 29 diputados del Partido de la Revolución Democrática, del ex candidato presidencial Manuel López Obrador, comenzó ayer un ayuno de agua y miel con el fin de exigir la apertura de un debate nacional sobre la reforma energética propuesta por el Ejecutivo de Felipe Calderón.

El presidente de México pretende otorgar al monopolio estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) la posibilidad de contratar empresas privadas para la realización de trabajos de exploración, refinación y almacenamiento. Se pagarían incentivos a las empresas, hasta ahora prohibidos por ley, según su eficiencia. Calderón asegura que la reforma no plantea la privatización de Pemex, sino sólo su modernización. Insiste en que sin los cambios, las actuales reservas durarían sólo nueve años.

Pero el líder izquierdista Manuel López Obrador ve en la reforma un "afán privatizador", detrás del cual sólo "está la voracidad de una minoría de políticos corruptos y de algunos potentados nacionales, asociados con empresas extranjeras".

El partido de López Obrador endureció su resistencia civil a las medidas del Gobierno cuando, el pasado 11 de abril, senadores y diputados del PRD y del Frente Amplio Progresista tomaron las tribunas del Congreso y el Senado para boicotear el debate parlamentario de la reforma.

Dado que el partido de López Obrador sólo cuenta con 21 senadores sobre un total de 104 y 127 diputados sobre 500, la única forma que tiene el dirigente opositor de impedir que se aprueba la reforma es impidiendo físicamente el debate. Y eso es lo que han venido haciendo desde el viernes con la toma de las tribunas y desde ayer con el ayuno indefinido.

Calderón se ha planteado la posibilidad de emprender el debate en una sede legislativa alterna para sacar adelante la reforma antes de que concluya el periodo de sesiones, el 30 de abril. Pero Ricardo Monreal, portavoz de los senadores en ayuno, dejó claro que cualquier sitio que se habilite como recinto parlamentario será tomado por las huestes de López Obrador.

López Obrador afirma que pretende abrir una discusión nacional sobre el petróleo, consciente de que con su campaña en defensa de la soberanía sobre el petróleo ha conseguido volver a la escena política. No obstante, López Obrador no ha revelado su propuesta concreta para enfrentar el plan oficial.