La gripe aviar avanza en Asia
España se mantiene al margen y registró su único caso en un pájaro en 2006
Hace cuatro años, el miedo a una epidemia global de gripe aviar de consecuencias imprevisibles dominó a Occidente. Hoy, en el extremo oeste de Europa -España incluida- la enfermedad parece olvidada. Pero en el sureste asiático, la situación es completamente diferente. El virus sigue extendiéndose de forma silenciosa, causando muertes humanas y diezmando la población avícola.
En Occidente, en lo que va de año han aparecido animales enfermos en Polonia, Alemania, Reino Unido, Turquía y Ucrania, según la Organización Mundial de Epizootias (OIE en inglés), pero los sistemas de vigilancia y la diferencia entre los tipos de explotación han hecho que no haya habido víctimas humanas (aparte de las de las del extremo oriental de Turquía en 2006).
Indonesia y Vietnam han superado ya los 100 infectados
India ha tenido que sacrificar 3,4 millones de gallinas y otras aves
España ha registrado un único caso, un somormujo que murió en Salburua, cerca de Vitoria, en julio 2006. Desde el comienzo de la epidemia, el Gobierno emite un comunicado semanal de seguimiento. La semana pasada los ministerios de Sanidad y defensa firmaron un acuerdo para que los laboratorios militares fabriquen antivirales -"pero sólo como medida preventiva"-, insisten en Sanidad. El punto negro de la prevención han sido los intentos de conseguir una fábrica de vacunas en el país. Cuando los acuerdos estaban casi listos, la empresa que había mostrado interés (Laboratorios Berna) fue comprada por una multinacional mayor, y el pacto se rompió, informa Emilio de Benito.
Pero en el sureste asiático, el virus se ha hecho endémico en muchos países de esta zona del planeta y la situación es "muy seria" entre las aves, según asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al menos 226 personas han muerto y cientos de millones de animales han sido sacrificados para evitar la propagación de la enfermedad desde que estalló el brote a mediados de 2003. El problema es especialmente grave en Indonesia, donde este año han fallecido ya ocho personas, infectadas por un virus que, normalmente, portan sólo las aves y en ocasiones más raras los cerdos. La última víctima ha sido una indonesia de 29 años, que ha elevado la cifra de fallecidos en el país a 103, de un total de 126 afectados. Murió el pasado 2 de febrero, seis días después de haber sido ingresada en un hospital de Yakarta. El contagio humano se produce normalmente por contacto con animales enfermos. El hecho de que las autoridades sanitarias optaran al principio por la vacunación, en lugar del exterminio masivo de las aves, explica, en parte, las altas cifras de Indonesia.
Aunque la gripe aviar sigue siendo una enfermedad animal, los expertos temen que el virus causante (H5N1) mute a una forma que salte fácilmente de una persona a otra, provocando una pandemia y millones de muertos. Al menos 359 personas han resultado infectadas -de las cuales ha fallecido el 63%- desde 2003 en 14 países.
"La gripe aviar es motivo de particular preocupación en Indonesia, Bangladesh y Egipto, donde el virus se ha enraizado profundamente a pesar de los controles", afirma Joseph Domenech, veterinario jefe de FAO (Organización para los Alimentos y la Agricultura de la ONU), en un comunicado. "El virus no se ha hecho más contagioso para la gente, pero ha logrado persistir en partes de Asia, África y probablemente Europa", tranquiliza Domenech.
La crisis ha empeorado con el invierno. India está luchando contra el brote más grave que ha vivido hasta la fecha, que se ha extendido a 13 de los 19 distritos del Estado de Bengala Occidental, donde han muerto 129.000 aves y más de 3,4 millones han sido sacrificadas. Las autoridades han prohibido el comercio y consumo de pollo, y han puesto en cuarentena a 26 personas. Cientos están bajo vigilancia.
En Bangladesh, el virus ha sido detectado en 40 de sus 64 distritos, incluida la capital, Dhaka, aunque hasta ahora no ha habido infecciones humanas. Más de medio millón de aves han sido eliminadas. Un estallido de la enfermedad podría ser desastroso en este país, debido a la alta densidad de población y la precariedad de su sistema sanitario.
En Pakistán, el Gobierno ha ordenado que sean destruidas miles de gallinas en granjas cercanas a la mayor ciudad del país, Karachi, después de que un laboratorio confirmara la presencia del virus H5N1, mientras que en Tailandia el virus ha sido identificado en una segunda provincia, en Phichit, en el norte.
China detectó el mes pasado un brote en aves de corral en Tíbet, mientras que en la provincia costera de Jiangsu un hombre a quien le ha sido diagnosticada la enfermedad resultó, probablemente, contagiado por su hijo de 24 años, quien falleció en diciembre a causa del virus. Este raro caso de dos miembros de una misma familia infectados ha provocado inquietud entre los expertos sanitarios.
El virus ha sido identificado también en Turquía, en gallinas encontradas recientemente en las provincias de Samsun (costa del Mar Negro) y Sakarya.
El riesgo no se limita a regiones pobres donde la población vive en estrecho contacto con los animales. Hong Kong ha cerrado una reserva de aves y la zona de exhibición de pájaros de un parque temático, después de que aparecieran sendas garzas muertas, supuestamente por la gripe aviar. El año pasado, la ex colonia británica descubrió 21 pájaros silvestres con H5N1, pero no ha sufrido un brote importante desde 1997, cuando el virus mató a seis personas, obligando al sacrificio de toda la población avícola del territorio (alrededor de 1,5 millones de animales). Fue la primera ocasión que se constató que seres humanos se habían contagiado de la gripe aviar.
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