Orgulloso de la bandera
Zapatero: "La enseña española es libertad y derechos"
José Luis Rodríguez Zapatero inició el fin de semana en Buenos Aires y Montevideo la campaña electoral, y lo hizo envuelto simbólicamente en la bandera española, que no ondeaba mucho en las fervorosas filas de los asistentes a los mítines que dio en la Casa de Galicia y el Centro Gallego de ambas capitales, pero sí en su discurso. Zapatero definió así la enseña: "La bandera española, es decir, nuestra patria, es libertad, derechos y ciudadanía. Yo me siento orgulloso de llevar esa bandera. Eso es ser patriota".
Zapatero incorporó a su patriotismo los ecos de la refriega dialéctica que acababa de tener en Santiago de Chile con Hugo Chávez. Patriotismo, dijo en Buenos Aires, es también que, "si estás en una reunión internacional, si alguien ataca aunque sea a un adversario o rival político, tú sales a defenderle, porque es un compatriota".
"Eso es la democracia", añadió. "El respeto a todas las ideas. La descalificación y el insulto, no".
Para Zapatero, la bandera de España es ante todo, una "bandera de cooperación", de un país que "es respetado en el mundo", porque "sólo desea el progreso de sus ciudadanos" y se mantiene lejos de "aquellos que quieren imponer" sus ideas, "vengan de donde vengan". Así, se mostró orgulloso de representar "esa bandera de un país que el próximo año va a dedicar 1.500 millones de dólares para que los niños de los países más pobres tengan salud y educación". "España", insistió, "va a ser el primer país de las ocho mayores potencias del mundo en el dinero que va a dedicar a la ayuda al desarrollo, a erradicar la pobreza que hay en tantos países suramericanos".
Integrar la inmigración
Igualmente, dijo que se siente "orgulloso de representar a un país que progresa, en el que quieren vivir y trabajar muchos ciudadanos de la Tierra", y a un Gobierno "que tiene capacidad de integrarlos".
El entusiasmo de los militantes y simpatizantes que desafiaron el frío de la noche porteña para escuchar al presidente alcanzó su cénit cuando Zapatero recordó que está a punto de entrar en vigor la ley que permitirá nacionalizarse en España a cuantos demuestren que son nietos de españoles por cualquier vía. Calculó que los que querrán acogerse a la medida serán legión, "¿cientos de miles? ¿quizás un millón?", aventuró.
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