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Reportaje:

Chávez saca pecho con la 'petrodiplomacia'

El presidente venezolano ha convertido el crudo en un intrumento clave para la política exterior

Los habitantes de Londres son los más recientes destinatarios del maná de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la compañía petrolera estatal del país presidido por Hugo Chávez. Pero el acuerdo con el alcalde de la capital británica, Ken Livingstone, para suministrar petróleo un 20% más barato al transporte público londinense, sólo es el último de una larga serie de programas de ayuda venezolana que se reparten por el mundo.

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Desde que llegó al poder en 1999, Chávez ha comprometido a Petróleos de Venezuela a suministrar crudo y productos derivados a no menos de 20 países, la mayoría latinoamericanos, los cuales disfrutan de laxos mecanismos de financiación y en algunos casos pueden intercambiar los hidrocarburos recibidos por bienes y servicios.

Este modelo comercial se ensayó con Cuba. La isla recibe desde hace siete años miles de barriles de crudo venezolano a diario. Originalmente eran 53.000, pero desde 2004 se incrementó formalmente a 92.000 y hoy se mandan 98.000. Una parte se paga en efectivo, mientras que la otra se considera compensada con el envío de personal médico y deportivo: en Venezuela hay más de 10.000 médicos y 2.000 instructores deportivos.

"Si uno se pusiera a sacar la cuenta de lo que Cuba nos manda en médicos, medicinas, asesores y tecnología, se encontraría que ellos nos dan mucho más de lo que nosotros le enviamos en petróleo", aseveró Chávez recientemente en respuesta a los que le señalan como fuente de financiación del régimen de Fidel Castro.

Ex gerentes de Petróleos de Venezuela han calculado que la factura energética de la isla caribeña le costó a la petrolera unos 850 millones de dólares (630 millones de euros) hasta 2005, pero la cifra es de imposible confirmación, porque Chávez ha hablado varias veces de la condonación de la deuda que Cuba ha ido acumulando.

Venezuela garantiza petróleo financiado a países tan pobres como Haití, Nicaragua o El Salvador, en virtud del Acuerdo Energético de Caracas, firmado hace siete años. En 2005, Chávez lanzó Petrocaribe, iniciativa que permite a 13 países caribeños la adquisición de crudo venezolano y sus derivados; también les promete inversiones venezolanas para instalar refinerías e instalaciones de almacenamiento de petróleo en su territorio. Algunos especialistas calcularon en 2005 que este acuerdo supone a PDVSA un sacrificio anual de 1.600 millones de dólares (1.185 millones de euros), pero la cifra real podría ser superior, puesto que aumenta en sintonía con los precios del petróleo.

Chávez ha acudido igualmente en ayuda de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia e incluso Ecuador, que también es un país petrolero. Con Buenos Aires y Montevideo, el mandatario venezolano ha acordado un intercambio de gas, diésel y otros productos a cambio de vacas, maquinaria agrícola y programas informáticos.

Mientras tanto, el suministro a Estados Unidos, el principal comprador de crudo venezolano, ha descendido en los últimos años. En 2003, el 56% de la producción petrolera tenía como destino el gigante del norte, pero en 2006 pasó al 45%, según las cifras de PDVSA. Sin embargo, la compañía Citgo -una firma estadounidense propiedad de Petróleos de Venezuela- suministra combustible para calefacción a precios subsidiados a comunidades con escasos recursos en una veintena de Estados de EE UU.

En su reciente gira por Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador, el presidente venezolano firmó los Tratados de Seguridad Energética. Tales instrumentos "garantizarán a estos pueblos toda la energía que necesiten por 100 años", dijo Chávez. Esos acuerdos también les abren las puertas para explorar y explotar crudos en Venezuela.

Las facturas, después

Todos estos ofrecimientos no son gratuitos, según Maruja Tarre, especialista en asuntos internacionales. "Chávez pasa factura", asegura. Y recurre a un caso ocurrido en 2003 para sostener su argumentación. En aquel año, el presidente venezolano cortó el suministro de petróleo a República Dominicana porque allí estaba alojado Carlos Andrés Pérez, el ex presidente venezolano al que Chávez intentó derrocar en 1992. El suministro sólo se restableció cuando Carlos Andrés Pérez salió del país. "Chávez usa el petróleo como un arma política", dice la experta.

Meses después, Caracas amenazó al Gobierno de Costa Rica, encabezado entonces por Abel Pacheco, con no enviarle ni una gota de crudo hasta que expulsara de su territorio a varios opositores que, según el mandatario venezolano, conspiraban contra él. Los partidos de la oposición sostienen que Chávez utiliza el petróleo para comprar gobiernos, logrando así que situaciones polémicas como la no renovación de la concesión a Radio Caracas Televisión (RCTV) no sean discutidas en foros internacionales. Desde el Gobierno, se reconoce el empleo de los hidrocarburos como un instrumento de la política exterior.

El reciente pacto energético con Londres ha generado polémica tanto en el Reino Unido como en Venezuela. En esta última nación se han reavivado las acusaciones contra el mandatario de estar regalando el petróleo y de utilizar este valioso recurso para hacerse con aliados internacionales. "Este asunto de dádivas sin ningún control a países mucho más ricos es absolutamente insólito, no sólo en Venezuela, sino a nivel mundial", señala Tarre. "Chávez actúa como un reyecito. Él no solicita el permiso absolutamente de nadie para establecer esos acuerdos".

Hugo Chávez, a su llegada a la residencia de Hato Grande, en las afueras de Bogotá, donde se reunió con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe.
Hugo Chávez, a su llegada a la residencia de Hato Grande, en las afueras de Bogotá, donde se reunió con su homólogo colombiano, Álvaro Uribe.REUTERS

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